LEONEL SUAREZ Q./BOLINFO/TARIJA
(elPeriódico-sep 24/21016) Luego que elPeriódico reflejara la contaminación que ocasionan las industrias del cuero a la quebrada Cabeza de Toro en la zona de El Portillo –además del Matadero Municipal-, estas curtiembres contrataron al consultor ambiental, Marco Buestan, quien llegó desde Ecuador para generar propuestas de trabajo enmarcadas en las nuevas tecnologías para evitar daños ambientales, en ese sentido cuestionaron la rigidez de las normativas ambientales bolivianas, ya que sus exigencias atentan al crecimiento de estas industrias.
“Me sorprendió mucho la tabla de máximos permisibles, comparado con Ecuador, pues la tabla boliviana es 10 veces más exigente, comparado con Europa, Bolivia es 20 veces más exigente –explicó Buestan-. Entonces como queremos generar industrias si nos ponemos la soga al cuello, debemos trabajar en conjunto para generar espacios de diálogo que nos permitan a corto plazo consensuar y trabajar una normativa viable y económicamente sustentable”.
Buestan señaló que trabaja la consultoría para las dos empresas y que dejará un informe, además que hará los contactos para que la normativa ambiental sea elaborada en consenso con la parte pública y privada.
Ante la iniciativa generada semanas atrás entre el municipio y las industrias del cuero de instalar una planta de tratamiento para el Matadero Municipal y las curtiembres San Juan y San Lorenzo, Buestan dijo que este proyecto es viable y que sería producente unir las aguas servidas de estas industrias, argumentó que desde las curtiembres solamente sale con carga orgánica y no así con elementos químicos.
“Por ejemplo en la ciudad de León en México tiene una mama planta, que es la que recibe las aguas residuales de la industria textil, de los alimentos, del cuero, pero esto previamente consensuada con los máximos permisibles racionales –expuso Buestan-. Entonces esto provoca un beneficio a lo grande porque garantiza su vida, y esto se constituye en una convivencia mutua de desarrollo de la tecnología y de sustento a la planta grande”.
Buestan señaló que con esta medida incluso la parte municipal puede cobrar a la industria, por intermedio de un dictamen ambiental, mismo que establece que el que más contamina, más debe pagar.
“Creo que en Tarija debería generar de esta manera su desenvolvimiento, donde existe una actividad cultural tan importante, debería existir una solución integral para el beneficio de todos –ejemplificó Buestan-. Yo siempre suelo comparar a una familia, si yo tengo 5 hijos, el curtidor, el terminal terrestre, el matadero, el textilero, pues tengo que tratar de buscar el beneficio de todos, unirnos para que en conjunto podamos poner una solución a una problemática real”.
El experto manifestó que la industria del cuero se encuentra desprotegida, ya que las exigencias de la parte legal, convierten al negocio poco rentable económicamente. Comparó que en Ecuador se encuentran respaldados incluso por la Constitución Política de ese país, con barreras arancelarias y técnicas, además que cumplen una norma internacional de etiquetado, la cual declara el origen del producto y la cantidad que se produce, en caso que se sobrepase el número de unidades se identifica que el producto está siendo cambiado de etiqueta en algún lugar, de esta manera se reduce el contrabando.
Buestan manifestó que con la consultoría que se realiza se tiene previsto recuperar la cuenca, además no descartó implementar una estrategia de reforestación “un árbol por cada calzado”.
Ante el interés mostrado por las industrias del cuero para mitigar la contaminación que generan las curtiembres en la quebrada, desde el municipio aún guardan silencio sobre las medidas que tienen previsto asumir para evitar que el matadero siga contaminando el arroyo.
Industrias del cuero reclaman por falta de profesionales
El gerente y dueño de la Curtiembre San Lorenzo, Aníbal Segovia, lamentó que en Bolivia no existan el recurso humano capacitado, enfatizó que al haberse suscitado la problemática de la contaminación por la industria del cuero, se tuvo que recurrir a profesionales del extranjero, ya que en el país no hay un equipo multidisciplinario experto en área ambiental.
“No es que solamente se necesite un ambientalista, sino que también un ingeniero químico, ingenieros eléctricos y una serie de cosas, pero sobre todo un ingeniero curtidor que conozca a la perfección para saber que hacer –añadió Segovia-. Penosamente no hay en el país”.
Segovia explicó que la industria del cuero de cierto se ve limitada ante el contrabando y comercio de ropa usada que se da en el país, remarcó que la población prefiere vestir de ropa a medio uso y no usar prendas o calzados nuevos.
“Los aranceles para el sector del calzado, son irrisorios –dijo Segovia-. Lamento que Bolivia se haya dedicado solamente a vender materia prima y del extranjero vuelven en calzados, entonces lo que nosotros hemos querido hacer, es generar un valor agregado, crear fuentes de empleo”.
Según Segovia, -con referencia a elPeriódico- se actuó de manera irracional, haciendo publicaciones fuera de los límites, sin tener conocimiento de un análisis preciso de los niveles de contaminación, esto a pesar que este medio logró constatar el estado de la quebrada Cabeza de Toro. (eP)