Nayú Alé de Leyton
El 15 de Agosto es un día muy especial, porque es el día de la Asunción de la Virgen María; para los tarijeños también es el día de la Virgen de Chaguaya, a quien veneramos, amamos y acudimos con fe y esperanza a sus pies, por eso el mes de Agosto es el mes de la peregrinación al santuario de Chaguaya.
La Virgen es la intercesora ante su Hijo Jesús, Ella intercede por nosotros porque también es nuestra madre.
Hoy más que nunca debemos acercarnos a ella y pedirle por la paz de Bolivia, estamos viviendo momentos de mucha tensión, violencia, descontento, desconfianza, inseguridad, porque estamos desorientados y perdidos en un mundo hostil, un ambiente en el que nunca antes habíamos vivido.
Es ahora cuando debemos escuchar el mensaje del Señor, es ahora cuando debemos cambiar, rectificar, enmendar nuestros desaciertos, es ahora cuando debemos recapacitar y darnos cuenta que toda situación es producto de nuestra vida, de nuestra conducta y del olvido en que vivimos de Dios y de su Santísima Madre.
Vayamos al santuario de la Virgen con confianza, con humildad, con esperanza, porque una madre siempre está esperando a todos sus hijos, los buenos y los que no son buenos, ella nos quiere a todos, porque todos hemos sido redimidos con el precio de la sangre de Jesús, con el precio del terrible dolor que sufrió la Virgen junto a la cruz, cuando su dolor fue como una espada que le atravesó su corazón.
Pidámosle perdón por lo ocurrido en el santuario de Urcupiña; como duele mirar ese bochornoso espectáculo, hombres y mujeres alcoholizados, mostrando una conducta tan pobre de fe, de respeto, de educación.
¿Es esa la forma de honrar a la Virgen? Es una gran ofensa, es la página negra que escriben muchos sobre la iglesia, es un escándalo que dice tan poco de los católicos y más que eso es una profanación que duele y que avergüenza.
Sería preferible cerrar la iglesia y no permitir que usando el nombre de la Virgen, se entreguen a la borrachera y a los escándalos y esa falta de pudor de las bailarinas que en nombre de la Virgen se exhiben sin un poquito de respeto.
Recordemos a Jesús, cuando llevado por el celo por la casa de su Padre, arrojó del templo a los comerciantes que la profanaban (Jn. 2 – 13,17)
¿Cómo mirará hoy, el Señor esta nueva forma de profanar su iglesia?
No es tan simple la situación, estamos caminando en oscuridad, no vemos la imagen de la Virgen, con el respeto y el amor que deberíamos , no conocemos lo que el Señor quiere de nosotros, no tenemos conciencia de pecado, no nos ubicamos en el mundo como hijos de Dios.
Yo me pregunto ¿Qué significado tiene la promesa de tocar y bailar en la fiesta de Urcupiña?
Creo que es tarea no solo del clero, sino de toda la iglesia, buscar los medios para concientizar y hacer que todos comprendan, como se debe honrar a la Virgen y al Señor.