LIDIA AZURDUY R./BOLINFO/TARIJA
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(elPeriódico-May 15) El hábito de la lectura ha sido reemplazado por los mensajes cortos y números determinados de caracteres para escribir en cuentas de redes sociales, los motivos son múltiples, desde la apurada vida en la que aparentemente vivimos, pero si reflexionamos sobre ello, quizás podríamos sacar un promedio del tiempo que dedicamos en redes sociales. Por tanto, tiempo siempre existe, más aún para sumergirnos en el apasionante mundo de las letras.
Los géneros y formas de expresión en la literatura son variados como para complacer al lector, permitiendo vivir historias de amor, drama, suspenso, explorar lecturas de auto superación, históricas y cuanta categoría se nos pueda ocurrir.
En la ciudad de Tarija Cercado no es común ver a personas leyendo, las librerías se sostienen casi de milagro, frente a ello es primordial que las autoridades hagan algo al respecto, políticas públicas para profundizar la lectura como un pilar de la educación, del ocio y la cultura.
En pasados días el Patio del Cabildo recibió a expositores y casas editoriales en lo que se denomino Feria Internacional del Libro, el título de “internacional” no tuvo sin duda alguna el alcance que se pretendía.
La mala organización e improvisación, han sido el sello de una Feria que debiera ir creciendo. El ordinario material de cada puesto, incluso teniendo muchos a medio armar y música que más pareciera dar la bienvenida a una peña folklórica es algo de lo que se pudo observar; la poca difusión del evento también es uno de los puntos débiles del evento.
Todo ello es atribuible en gran medida a las autoridades, tanto del Gobierno Departamental como Municipal de Cercado. Puesto que para ser la ciudad “inteligente” en la que se pretende vivir, el fomento a la literatura debe ser uno de los pilares, no bastando slogans publicitarios. Incluso existe la Ley Departamental Nº 045/2012 “Feria Departamental del Libro” que sólo sirve para engrosar algún escritorio burocrático y no es aplicada a cabalidad.
Tanto la Feria del libro de Santa Cruz como de La Paz, son el ejemplo a seguir, modelos a copiar, pero para ello es necesario invertir tiempo y buena voluntad en la realización de una feria en serio. (eP)