Sergio Reyes Canedo
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Las resueltas del dictamen final publicado por el Tribunal Plurinacional Electoral respecto al reciente referendo para la modificación de un solo artículo de la Constitución Política del Estado, que negaron abrir la posibilidad de re-postular al presidente y vice-presidente del Estado en las próximas elecciones han reconstituido sustancialmente las condiciones de la política en Bolivia.
Surge en consecuencia, la enorme responsabilidad de re-crear condiciones que otorguen al colectivo ciudadano, emerger liderazgos que ocupen un espacio todavía vacío (en términos de real alcance nacional), que oferte alternativas electivas; y estos, deben edificarse,mientras todavía el gobierno seguirá en legítimo ejercicio hasta la próxima elección presidencial.
Los griegos, tenían una frase que recogían cuando era necesario tomar decisiones mientras los acontecimientos generalmente bélicos se desarrollaban: PEDAMBULUS SOLBITAS, que traducido significa: RESUÉLVELO MIENTRAS CAMINAS……..; y “calza” con exactitud lo que plantel de actores políticos de todas las posturas ideológicas y partidarias deben hacer: DETERMINAR LOS LIDERAZGOS, DESARROLLARLOS Y VISIBILIZARLOS MIENTRAS, el gobierno sigue en ejercicio del poder.
La tarea es tanto para la izquierda como para la derecha en Bolivia; y creo que la experiencia del MAS a la cabeza de Morales en todos estos años, previene a las dos antípodas ideológico-partidarias, signar con una marca necesaria, para no repetir errores del pasado, sea el neo-liberal, ni el presente populismo autoritario del todavía ejercitado gobierno en el presente.
En ese afán, visualizo con claridad cuáles serán las tareas para las dos posturas:
La IZQUIERDA en Bolivia, necesita un liderazgo aséptico no vinculado a los escándalos de corrupción, y que esté dispuesto a proponer una alternativa de pleno respeto a la democracia sistémica, negando las tentaciones autoritarias y absolutistas que marcan de manera negativa la actitud del actual MAS, y respete la institucionalidad estatal, comprometiéndose a restaurarla y defenderla, proponiendo además, una alternativa posible de franco desarrollo tomando en cuenta el desplome del precio del petróleo en el mercado internacional, proponiendo a la vez una reconstitución económica distinta al rescate de los recursos provenientes de los hidrocarburos.
La DERECHA, por su parte, debe erigir en unidad, un liderazgo de verdadero alcance nacional, que promueva alternativas propositivas de desarrollo y contenga un discurso de contenido político renovado y positivo, lejos de la tradicional “caja de mensaje” neo-liberal, cuyo contenido tenga un alto reconocimiento de lo autóctono y “bolivianizando” una propuesta unificada de todos los proyectos políticos y actores hoy dispersos que diluyen las alternativas ciudadanas que los ponen en desventaja, en la correlación de fuerzas con la izquierda en Bolivia.
El factor común en las dos posturas en sus respectivas faenas, deben ofertar necesariamente, una sociedad, más libre y próspera, basada en los inmutables valores de libertad y de respeto a los derechos de las personas. Más aún, quiero recordar hoy, que el sistema político de libertades que conocemos como Democracia es el único que respeta la dignidad de las personas. El único, en definitiva, que puede considerarse legítimo y decente.
Por otra parte, tampoco hay que olvidar que el progreso económico está ligado históricamente a las sociedades en donde las personas que las componen disfrutan de más libertad e iniciativa y en donde sus derechos están reconocidos y garantizados.
Frente al pensamiento dominante, imbuido de la fatal arrogancia de los ingenieros sociales, hay que proclamar con claridad que la libertad es el mejor medio para acabar con la pobreza y para dar oportunidades a la gente; así también la necesaria educación ciudadana para que el colectivo asuma en lo personal y corporativo responsabilidades que des-aprendan el reclamo asistencialista que mal-aprendió durante toda la etapa democrática.
Así también, se recordar que la Historia no está escrita y que no hay determinismo válido para condenar a unas personas a la pobreza y a la falta de libertad y conceder a otras el privilegio de la prosperidad y de la libertad, por el simple hecho de nacer en una u otra nación o de pertenecer o no al partido en ejercicio temporal del poder público; y aunque es evidente que en las últimas décadas, en especial tras el derribo del Muro de Berlín, la libertad y la prosperidad han avanzado en el mundo, nada está ganado para siempre ni garantizado por la eternidad.
La historia no es lineal y puede haber, y de hecho hay, retrocesos en la libertad y en el progreso como creo ha ocurrido en Bolivia con la devaluación de su institucionalidad para personalizar el poder. Esta es una asignatura pendiente para todos.
Quiero anotar, que el resultado del NO contra las intenciones de poder vitalicio que pretendió el gobierno, fue la espontánea reacción ciudadana la que definió el resultado, sin un partido u organización que “marcara línea”, el colectivo cohesionado en un mismo “espíritu” tomo la responsabilidad que finalmente puso un “alto” al Presidente y Vice-Presidente.
En esa experiencia, considero, posible que el reclamo generalizado de un cambio de liderazgo puede sentirse en los próximos meses sin la necesidad de que los partidos en carrera sean necesariamente los que promuevan un nombre o “fabriquen” un “hombre alternativo” para las próximas elecciones.