VALERIA METZELAR/BOLINFO/TARIJA
(elPeriódico – agosto02/2019) Muchos de los grandes descubrimientos de la historia de la arqueología en el mundo se han producido por casualidad, pero en Tarija esta casualidad va más allá, puesto que en el departamento existen grandes yacimientos arqueológicos que sn descubiertos con gran facilidad.
Todos los bienes materiales e inmateriales acumulados a lo largo del tiempo pudiendo ser de tipo histórico de diversa índole, artístico, arquitectónico, escultórico, paleontológico, arquitectónico, etnográfico, documental, bibliográfico, científico o étnico, así como sitios naturales o parques que por su ecosistema o valor histórico deban ser protegidos, son patrimonio cultural.
La normativa 530 Ley del patrimonio cultural boliviano dispone, que los bienes, según necesidad deberán ser clasificados, registrados, restituidos, repatriados, protegidos, conservados, restaurados, difundidos y defendidos; regula la propiedad, custodia, gestión, proceso de declaratorias y salvaguardia del patrimonio cultural boliviano.
La finalidad de la ley es poner en valor las identidades culturales, sus diversas expresiones y legados, con ello se promueven la diversidad cultural y asimismo el formar parte, como bolivianos de la responsabilidad del desarrollo humano y socio económico de Bolivia.
Bolivia es un país cuyo territorio comprende diversas áreas geográficas y ecológicas, en el pasado formó parte de lo que se conoce como “área nuclear”, donde surgieron y se desarrollaron algunas de las altas culturas americanas, las evidencias de estas trayectorias históricas del pasado, se manifiestan en la existencia de una riqueza arqueológica impresionante, distribuida a lo largo y ancho de todo el territorio boliviano.
En Tarija los estudios arqueológicos son puntuales, en ciertos casos, realizados por estudiosos locales como el padre Anannías Barreto, en el año 1960 o Pablo Bass Werner en el 95, así como Carlos Methfessel el 2001, quien recientemente fue reconocido por el Gobierno Departamental por su investigación arqueológica y su aporte al patrimonio tarijeño.
Los investigadores han recolectado datos sobre numerosos sitios arqueológicos de la región.
Para seguir descubriendo sitios de valor arqueológico y hacer las diligencias correspondientes a ley, el técnico de Paleontología y Arqueología del Departamento de Patrimonio y Gestión Cultural del Gobierno Departamental de Tarija, Willer Flores Aguanta, informó sobre las prospecciones arqueológicas coordinadas con las comunidades del distrito 3 del municipio de Yunchará para registrar sitios arqueológicos y paleontológicos y sitios naturales de interés turístico.
En cuanto a la arqueología de este municipio, se han encontrado cientos de sistemas de terrazas de cultivo de poca extensión y se encuentran en toda la cuenca de la Quebrada Grande que utilizarían nuestros antepasados, como tecnología agrícola para obtener tierra útil para sus cultivos en la época incaica.
Asimismo se encontraron sitios ceremoniales donde se realizaban rituales propios de las ceremonias andinas, sitios funerarios o cementerios comunales, posiblemente de la época precolombina es decir, que pertenecieron a la cultura Tomata y a la Chicha.
En la comunidad de Ñoquera, en el camino hacia el Gran Chaco, se ha registrado el paso de los soldados bolivianos de la Guerra del Chaco, quienes habrían tenido un campamento de descanso en este sitio para continuar su ruta por el camino del Inca a Palqui y de ahí hacia tierras chaqueñas, son elementos que sirven para documentación histórica del conflicto bélico entre Bolivia y Paraguay.
Chilcayoj es la zona donde se ha descubierto un gran sitio habitacional del pueblo Tomata, donde fueron rescatadas piezas de cerámica así como vestimentas, también se halló, un sitio funerario Tomata- Chicha donde se pudieron recuperar restos óseos.
En los restos de piedras sacados de la mina de Chilcayoj, se encontró un fósil (graptolito) de hace 4 millones de años, del cual solo se han encontrado dos ejemplares en Tarija.
En la comunidad de Romero fue encontrado un sitio agrícola rodeado por un muro Inca, caracterizado por tener unas graderías para el ingreso, visto en otras obras incaicas de las regiones andinas de Bolivia como así en el Cusco peruano, icono de la cultura incaica.
Ornujoy fue en esos tiempos una ciudadela grande de la misma cultura, así lo revelaron los descubrimientos del asentamiento del hombre en esta zona, al lado de los restos de la pequeña ciudad, fue encontrado el cementerio de la comunidad y otras terrazas de cultivo.
En las laderas del rio de Ormuyoj, existe un camino precolombino donde pueden apreciarse a simple vista pinturas de arte rupestre.
Estos descubrimientos implican el reconocer que en esta zona existió una actividad grande y presencia marcada la cultura Tomatas, Inca y Chicha, en este sitio se revela la presencia de las 3 épocas o etapas pre colombinas.
El profesor, contó que otra zona de gran valor arqueológico es la comunidad de Tojo, donde hace poco, al construir un tinglado para la escuelita, los albañiles descubrieron las llamadas “cistas” que son tumbas en forma circular de un metro de diámetro y 1 de altura.
Los albañiles realizaron una mesa andina, con coca y alcohol para pedir permiso y abrir las tumbas, eso les dejó más tranquilos, comenta, Flores.
Allí estaban enterrados una pareja en posición fetal, juntos y alrededor de ellos, se encontraban los cadáveres de otros individuos hombres, mujeres y niños, con las mismas características en cuanto a la posición.
El técnico explica que es como si se estuviera dando a entender que la pareja era una especie de líder de la comunidad, Flores, cuenta, que a los que tenían pareja se les enterraba juntos pues en esta cultura, tenían la creencia que su pareja le acompañaría en la otra vida para que no se sintieran en soledad.
En dichas cistas se encontraron piezas de cerámica, en otra que encontraron más alejada la características físicas eran similares pero no contenía piezas cerámicas por lo que el experto aduce que la cista es más antigua y pertenece al pre cerámico de Tojo.
En la mayoría de los descubrimientos en el municipio de Yunchará se han registrado piezas de cerámica de las culturas Tomata, incaica y chicha, sin embargo hay un elemento de cerámica que no ha podido ser identificado, se piensa que posiblemente pertenezcan a comunidades del norte argentino por el intercambio comercial permanente.
Por cercanías de la quebrada grande de Yunchará se encuentra una roca grande con petroglifos y una tumba horizontal larga con hornacinas donde ponían objetos funerarios.
Todo el territorio de la Falda de la Queñua hacia el río San Juan del Oro, es una zona arqueológica con gran potencial.
“El objetivo de la prospección arqueológica realizada en esta zona, no fue capacitar a los comunarios, pero dado el momento tuvimos que hacer talleres de identificación, recojo y preservación de las piezas para que ellos sean los partícipes de la preservación de su propia cultura, además del correcto apunte del lugar específico de donde fue rescatado”, manifestó, Flores.
La dirección de patrimonio y gestión cultural de la gobernación con estos registros y el rescate de las piezas patrimoniales, se pretende crear un museo comunal, para cada una de las comunidades, porque no se ve correcto llevar las piezas encontradas a otro lugar o a un solo museo pues se trata de respetar el patrimonio de cada comunidad en cuanto a su identidad, origen y condición cultural. (eP)
La paleontología en Tarija
El director del museo paleontológico, Freddy Paredes Ríos, manifestó que la mayor parte de los rescates de piezas en cuanto al patrimonio paleontológico de Tarija se hacen gracias a los avisos e información de personas que por casualidad han encontrado las piezas.
Paredes informó sobre la proyección de la construcción de un parque botánico, parque zoológico y el museo parque natural, que debió ser construido en la gestión del ex gobernador Mario Cossio, donde el proyecto fue aprobado pero no así ejecutado.
La zona destinada a estos parques, era las Barrancas, pero lamentablemente con los asentamientos en el lugar se despojó a Tarija de tener estos espacios de investigación científica y de recreación, se lamentó, Paredes.
El mismo expuso que si Tarija se está proyectando a ser un sitio de atracción turística, debería pensar primero en estos espacios para poderle ofrecer a los visitantes conocimiento científico a la vez de entretenimiento.
Tarija no tiene verdaderas ofertas turísticas sostenibles, reprochó el director.
Muchos extranjeros ven a Tarija como una tierra de potencialidades de estudios, vienen a través de convenios a hacer estudios de doctorados en cuanto al tema paleontológico que es de gran interés para muchos turistas. En lo que va del año, el museo paleontológico ha registrado la visita de 7 mil personas.
Los investigadores a cargo de los descubrimientos paleontológicos importantes son los técnicos del museo y algunas instituciones de la ciudad de La Paz, interesadas en salvaguardar el patrimonio de piezas paleontológicas.
El apunte:
Caminos pre incaicos en Tarija
Los caminos que se encuentran en profusión en Tarija están indudablemente en relación con la actividad de “caravaneo” sumada a la integración regional que se producía en toda la zona. Muchos de ellos conectan la parte del río San Juan del Oro con la parte alta de las lagunas y llegan después al valle de Tarija, integrando de esta manera varios ecosistemas diferentes y complementarios.
Los caminos más conocidos en Sama son los de Pujzara-Pinos y de Torohuayco al valle de Tarija, aunque estos solo constituyen pequeñas partes de caminos más largos que en la época prehispánica cubrían toda la zona de Sama. Otros caminos existen en la parte de Iscayachi, Falda la Queñua, Orosas y Tariquía sin agotar todos los que se pudieron identificar hasta el presente. (eP)