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La Razón
Este sábado el presidente Evo Morales se reunirá por sexta vez con el papa Francisco, algo inusual para un jefe de Estado. Lo hará para tratar temas de interés común y, sobre todo, por la “sintonía espiritual” que existe entre ambos, según palabras del canciller Fernando Huanacuni.

Esa sintonía, no obstante, no existe con los obispos de Bolivia, a quienes su gobierno ha rechazado al menos dos pedidos para tratar, justamente, asuntos de interés común entre el Estado y la Iglesia Católica.

Este viernes Morales asistió en el Vaticano a la misa en honor a San Pedro y San Pablo y allí saludó al Santo Padre, con quien sostendrá mañana una reunión privada a partir de las 09.30. Ayer estuvo en el acto en que el obispo emérito de origen indígena Toribio Porco Ticona fue consagrado como Cardenal.

Con él también mantiene una buena relación y eso lo reflejan cuatro tuis que publicó en su cuenta en Twitter, en los que destaca el origen indígena del nuevo Cardenal. “Bolivia se siente orgullosa de tener un Cardenal del pueblo”, escribió en el último, que además acompañó con un video que destaca el nombramiento papal.

No ocurre lo mismo con la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), donde Porco Ticona es miembro con voz. Hasta la fecha la nueva directiva del organismo colegiado de todos los obispos del país no logró que Morales los reciba.

“La Conferencia Episcopal no logra tener un diálogo con el Gobierno, no hay un dialogo yo diría normal, ya no fluido, que desde luego no lo hay, pero ni siquiera normal…Dos veces se ha escrito cartas al Gobierno pidiendo simplemente un saludo protocolar”, recordó el secretario adjunto de CEB, José Fuentes, entrevistado en Cadena A.

Lamentó que los intentos de diálogo no hayan dado resultado, aparentemente porque al Gobierno no le gusta escuchar lo que piensa la CEB, que en uno de sus últimos comunicados demandó respeto a la votación del pueblo boliviano que en febrero de 2016 rechazó una nueva repostulación de Morales a la Presidencia.