Esa realidad de cuando se dejaba una cuerdita que iba amarrada al picaporte para que quien quiera entre, quedó atrás, dista mucho de la actual, hoy vivimos en una sociedad acelerada en todo orden, la apariencia paso a ser “mas que importante”, aparentar mas de lo que se tiene, el entorno se “metalizo” y la calidad de la amistad y relaciones sociales se degrado. Es cierto, la población creció, las exigencias también, hay gente buena pero también aparecio de la mala, aquellos que buscan simplificar su forma de ganar dinero a través de la estafa , el robo, el asalto, el secuestro, ect…en síntesis, que viven al margen de la ley como un riesgo latente para la sociedad. Esta lacra no es exclusiva de la ciudad capital, otras del Departamento padecen lo mismo en mayor o menor grado y desnuda una falencia de un Estado construido con poca previsión en el que sus Instituciones no están preparadas y han sido sobrepasadas por el crimen y la delincuencia.
Yacuiba, en el chaco tarijeño, acompaña su fugaz crecimiento con índicesdelincuenciales muy serios, es una de las ciudades mas peligrosas del país, los efectos del narcotráfico y el contrabando se sienten a flor de piel y sus habitantes han tenido que ser testigos de crímenes que solo vieron en las noticias internacionales o en el cine. Tarija capital, la otrora apacible urbe con retoques de pueblo en la que según dicen podíamos dejar nuestra bicicleta en plena calle yvolver horas después y encontrarla exactamente en el mismo lugar, se quedo en eso, el recuerdo y la anécdota. Ya nos toca ver de todo, casas saqueadas a plena luz del día, asaltos de negocios a mano armada y delante de cualquiera, violaciones, asesinatos…secuestros. Ingresamos en niveles de inseguridad que perturban a las confiadas familias tarijeñas que deben repensar su forma de vivir, sus costumbres. Ya no se sabe que es mejor, si salir un domingo a comer afuera con el riesgo de que roben la casa o quedarse a cuidar arriesgándose a que igual los delincuentes entren y la pasemos peor. Si dejar que nuestros hijos caminen solos por las calles ohacerles entender que deben estar acompañados, que comprendan que es mejor nohablar con extraños pudiendo quedar como maleducados a que puedan ser engañados y tal vez atacados o abusados. Cuesta vivir con esos miedos, no esta ennuestro subconsciente
Pero ¿que sucede con las Instituciones (Policía y Justicia) llamadas por ley a proteger al ciudadano?…sufren un proceso de degradación al parecer irreversible porque se corrompieron y muchos de sus elementos fueron absorbidos por el crimen organizado, el pueblo perdió confianza en quien debía cuidarlo. A la vez, la verde olivo si se modernizo no lo hiso al mismo ritmo con el que los delincuentesevolucionaron en sus métodos, preparación y equipamiento. No podemos siquiera consolidar un proyecto de instalación de cámaras de seguridad con la urgencia que requiere, no contamos con la cantidad de efectivos acorde a el número de habitantes de nuestra ciudad, menos con los vehículos, materiales e insumosmínimos para combatir el crimen…así ¿podemos ganar esta guerra?, una guerra en la que vamos a pelear con palos y los criminales con modernas ametralladoras. La ineficiencia del Estado en esta tarea ha obligado a los vecinos a hacer justicia por mano propia ya que la que se imparte en los Juzgados no funciona y trabaja máspara dejar libres a los delincuentes que para encerrarlos por los crímenes cometidos. Mientras no se haga una reforma seria, profunda y concienzuda de la Policía y el sistema judicial evitando que en este proceso intervenga la política, el panorama es negativo y debemos prepararnos para ver sucesos peores.