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El presidente de Bolivia, Evo Morales, planteó el martes, en la sesión de la Organización de Naciones Unidas (ONU), organizar la lucha mundial para salvar la vida y el planeta, bajo el lema «planeta o muerte».
«Nuestra responsabilidad es organizar la lucha mundial para salvar la vida y planeta tierra, planeta o muerte es nuestro lema», dijo en su discurso, en la sesión de la ONU que se instaló por los 10 años de la ‘Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas’.
Manifestó que la lucha de los movimientos indígenas, que son la «reserva moral» del mundo, es anticapitalista, antiimperialista y anticolonialista.
El presidente indígena señaló que en el aspecto de la resistencia y la lucha sin cuartel, Bolivia puede ser un ejemplo global, porque pasó de ser un Estado sumiso a uno libre y unido.
El mandatario propuso un decálogo para encaminar la lucha por la vida y el planeta y dijo que «por eso como hace años vengo a recoger propuestas y plantear alternativas de debate horizontal, pueblos organizados, unidos y movilizados para defender el planeta».
El primer punto de la propuesta establece la defensa de los derechos de la Madre Tierra, cuyo único camino es la lucha contra el capitalismo y la sobreexplotación.
El segundo aspecto, dijo que se refiere a defender los derechos de los pueblos a la paz y la soberanía, y privilegiar la complementariedad y la construcción de un mundo multipolar.
El tercer aspecto mencionó que se trata de rechazar la invasión o del uso de la fuerza, que cese todo tipo de guerra y que los problemas sean resueltos mediante mecanismos pacíficos para acabar con la carrera armamentista.
El cuarto punto tiene que ver con el reconocimiento de la ciudadanía universal, acabar con los muros, las fronteras y el marginamiento como la discriminación.
El quinto aspecto señaló que se refiere a construir un mundo en el que se erradique el neocolonialismo cultural y tecnológico.
El sexto punto versa sobre una lucha para que los servicios básicos sean reconocidos como un derecho humano en NNUU.
El séptimo aspecto de la propuesta se refiere a trabajar en el respeto de la multilateralidad, la igualdad soberana.
El octavo punto dijo que tiene que ver con un nuevo orden económico mundial en el que las relaciones comerciales se basen en la solidaridad y complementariedad.
El noveno punto hace mención a la construcción de un mundo en el que prime la unidad de los pueblos y de la gente del campo y la ciudad.
Finalmente, el décimo punto tiene que ver con la democracia global y participativa, que quienes gobiernan lo hagan escuchando a sus pueblos con la ausencia de monarquías y anarquías financieras.