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Los ricos han gastado más de US$1.400 millones en superyates en 2021 para escapar de las restricciones provocadas por la pandemia de covid, según los datos de la publicación especializada en barcos de lujo Boat International.

Sus expertos creen que, a este ritmo, este año será el que registre más ventas de yates de lujo de segunda mano.

La Organización Oxfam, que combate la pobreza en el mundo, dijo que es «obsceno» que todo ese dinero no se esté dedicando a la compra de vacunas.

Con el coste de esos superyates se podría haber vacunado a toda la población de Nepal, afirmó Oxfam.

El auge en el negocio de los yates de lujo, que comenzó el pasado verano, es «la racha más intensa de ventas de la que hay registros», afirma Boat International.

Según la publicación, un superyate suele tener más de 24 metros de eslora y requiere una tripulación.

Sin acercarse a tierra

Según explicó Stewart Campbell, director de Boat International, aunque algunos pueden llegar a medir hasta 180 metros, estos superyates más pequeños suelen costar entre US$1.220.000 y US$6 millones en el mercado de segunda mano y tener unos costes cercanos a los US$250.000 anuales en tripulación, combustible y derechos de atraque.

Se les puede equipar con piscina, bañera de spa, solarium en la cubierta, gimnasio y otros posibles deseos del propietario

El incremento de las ventas se debió a «un grupo de gente muy rica» que quería eludir las restricciones de viaje y confinamientos provocadas por la pandemia y decidió comprar un superyate como solución.

Como la pandemia ha hecho más difícil para las personas de muchos recursos volar en sus jets hacia el Mediterráneo, o navegar por él en sus cruceros, la compra de superyates es «una manera de minimizar los inconvenientes», dice Campbell.

Yates de lujo en el puerto de Mónaco.
Pie de foto,Mónaco es un punto habitual de concentración de súperyates.

Más del 50% de las ventas de superyates se producen en Estados Unidos, señaló Campbell, de manera que sus dueños pueden navegar por aguas estadounidenses sorteando las restricciones de viajes.

Debido a la pandemia, la mayoría de dueños de yates «no querían acercarse a tierra», indicó Campbell.

También subrayó que existe la visión equivocada de que todos los superyates son propiedad de oligarcas y que la mayoría pertenecen a personas que hicieron su fortuna honradamente y muchos donan a entidades caritativas.

Los dueños de estos barcos, además, han contribuido la industria naval y turísticas, por ejemplo, en Alemania y en el Caribe, afirmó.

Las tres ventas principales de yates de segunda mano en 2021 fueron el buque Solo, que se vendió por algo más de US$76 millones; Elixir, con un precio de salida de US$47.541.000; y Sheridan, por el que se pedían en principio más de US$35 millones.

Pero en lo que a superyates se refiere hay palabras mayores. Se estima que el que posee Jeff Bezos, fundador de Amazon, costó alrededor de US$500 millones.

«Obsceno»

Oxfam afirma que con lo que se ha gastado en 2021 en barcos de este tipo se podría haber vacunado a países enteros.

Max Lawson, responsable de políticas de desigualdad en Oxfam Internacional, dijo: «Lo que se han gastado los millonarios en superyates es más que el coste de la vacunación total de un país como Nepal, donde la covid se está cobrando un terrible peaje».

«Es obsceno, una señal de que el mundo tiene gravemente equivocadas sus prioridades, que con toda esa riqueza disponible, los países pobres no puedan conseguir las vacunas que necesitan para proteger a su población», concluyó.

Fuente: BBC