Noticias El Periódico Tarija

Existen lugares donde es mejor ni dejar el automóvil porque le quitarán espejos, adornos y hasta la batería. Si, hablamos de lo qué pasa en Tarija. Es imposible no esperar que algo malo suceda si estacionamos por cualquier lugar, no se puede. Lo complejo es que para toda esa ilícita actividad de hurtar o robar elementos de un vehículo, hay un mercado enorme de oferta, porque la demanda es igualmente muy grande.

La misma crisis económica obliga a quienes sufren estos robos a buscar un repuesto usado, incluso hasta es posible encontrar lo que es de uno mismo, lo que nos sustrajeron. Es un circulo vicioso alentado por quienes son víctimas y luego se convierten en los que generan la demanda de partes u objetos, si no hubieran quienes fueron robados, tal vez no habría quién robe y venda a mitad de precio. De ahí aquello que no se debe comprar algo de dudosa procedencia, hasta por el precio podemos comprobar que viene de mala mano. Algo similar a comprar celulares por debajo de la mesa, sin accesorios y teniendo que hacerlos desbloquear para usarlos. Si no habría gente que compra equipos así, posiblemente no habría quién los robe… la demanda es la que genera el nivel de oferta también.

Lo complicado de esta trama es que la policía sabe dónde sucede esto, dónde se dan estos tratos que rayan la ilegalidad, que justificamos apoyándonos en la crisis o en nuestra magra economía que nos empuja a buscar estos objetos en lugares que ya conocemos… si nosotros sabemos, será que la policía no sabe?… si simple mortales conocemos, por qué no las autoridades?. Es un negocio peligroso que crece y cada día es más difícil de controlarlo.