Cuentan que en el monte de Chapare se perdió una cholita y un hombre que más que un hombre era un mono, un hombre mono, que la encontró y la llevó a una cueva. Así se quedó mucho tiempo. No la dejaba salir. Claro que le daba comida. El no hablaba, era un simio. La cholita quedó embrazada del jucumari y tuvo 2 hijos varones que eran gemelos. Pero no podía salir de la cueva. El jucumari les trae comida ya sea fruta o animales para que puedan alimentarse. Los niños crecieron. Eran hombres monos. Cuenta mi mamá que tenían pelos hasta en la cara. Crecieron y ya eran adolescentes. La madre les enseñó a hablar y todos los días les sacaba y cortaba el pelo de la cara. Un día se escaparon de la cueva. Los niños ya eran fuertes y grandes. Movieron la roca grande de cubria la cueva y huyeron.