- Hugo Menchaca Alli
Cuando hablamos de Industria Minera, no nos referimos a la actividad extractivista propiamente dicha, sino a la agregación de valor a nuestros recursos naturales minerales explotados en territorio patrio.
Últimamente hemos escuchado decir que el precio del hierro de construcción se ha disparado astronómicamente, en porcentajes incomprensibles, y que el rubro de la construcción está siendo golpeada por este incremento del precio del hierro que es importado en un 100% a nuestro país. Pero inmediatamente salta la pregunta de: si tenemos uno de los yacimientos de hierro más grande del mundo en Santa Cruz en el Mutún, qué es lo que nos está pasando, que no podemos abastecernos con nuestros productos de consumo final?
Por lo que, es importante, hacer un repaso de qué es lo que hemos hecho hasta ahora como país, que venimos haciendo y qué es lo que podríamos hacer para darle valor agregado a nuestras materias primas mineras, de tal manera que puedan ser consumidas en mercado interno o en su defecto ser exportadas, pero con valor agregado como productos de consumo final,
Empecemos por el hierro, lamentablemente los esfuerzos de los Gobiernos de turno desde la década del setenta son limitados para poder avanzar en la concreción de una planta siderúrgica que pueda producir hierro destinado para consumo final, sin embargo es de resaltar la presencia de la inversión privada en esta actividad de la siderurgia del hierro, pues desde el 23 de febrero de 2021 oficialmente la Siderúrgica “Las Lomas” ubicado en el departamento de Santa Cruz, Municipio de Buena Vista, ha empezado a producir hierro para consumo final, a partir de materia prima consistente en chatarra de hierro; el proyecto del Mutún es mucho más ambicioso pues trasformará la materia prima del yacimiento ferroso del Mutún en hierro como producto de consumo final.
En toda nuestra historia patria no tenemos experiencia de darle valor agregado al hierro de nuestros yacimientos primarios, efectivamente existen yacimientos en algunos sectores del territorio patrio como Oruro y Potosí, sin embargo el Estado ha concentrado su atención en el mega yacimiento del Mutún. Existen plantas de fundición de hierro como el de Catavi, pero no tienen las características esperadas en dar valor agregado a nuestra materia prima de hierro.
Continuamos con nuestros minerales tradicionales y su realidad de la cadena de valor: el estaño, aún no ha podido generar productos de consumo final, sino simplemente de fundición, a través de la Empresa Estatal Vinto y también de un emprendimiento privado como es la empresa de Fundición OMSA, que no se constituye propiamente en industria minera, sino en un proceso intermedio que genera insumos para la industria, como el bronce, que es la aleación del estaño metálico con el cobre metálico, aún en Bolivia no hemos podido obtener industrialmente el bronce, pese a que ya se ha logrado generar estaño metálico y cobre metálico de alta pureza.
En el caso de la plata, también sólo se ha llegado a proceso de refinación para la obtención de plata metálica, a través de un emprendimiento privado (en realidad una alianza entre la COMIBOL, Cooperativistas y una Empresa Privada) como es la empresa Minera Manquiri S.A. en la ciudad de Potosí. De la misma manera la Empresa Estatal de Fundición de Karachipampa en algún momento produjo lingotes de plata, sin embargo por problemas técnicos esta producción ha quedado detenida, al parecer las dificultades de hace más de treinta años, aún no pueden ser superadas. Es verdad, que una vez obtenida la plata metálica (lingotes) se han tenido algunos atisbos de darle valor agregado para obtención de productos de consumo final en joyería y orfebrería a través de pequeños emprendimientos artesanales, pero, de ahí a producción en serie con posibilidades de exportación no existe ninguna actividad. Resulta paradójico que en antaño en la época colonial si se obtenían productos de consumo final, en monedas acuñadas en la Casa de Moneda, que equivale a una factoría industrial para darle valor agregado a la plata. Sin embargo actualmente mayoritariamente nuestro país exporta plata metálica para que otros países le den valor agregado.
Con relación al zinc, aún en el país no se le otorga valor agregado, ni siquiera se ha podido llegar al proceso intermedio de fundición y/o refinación, aspecto que permitirá recuperar los elementos acompañantes con valor comercial como el indio. Con relación al zinc, todavía existe mucho camino que avanzar en lo que se refiere a introducirlo en la cadena de valor.
En el caso del oro, y su industrialización, sólo existen iniciativas privadas como la Empresa Privada ORBOL en la ciudad de El Alto que produce joyas de oro para exportación, y también los artesanos y orfebres que le dan valor agregado al oro explotado en territorio nacional, pero el porcentaje de oro utilizado para este propósito es muy reducido, en el caso de los artesanos y orfebres ni siquiera se tiene información de cuánto oro consumen para la elaboración de joyas. Es importante aclarar que el oro explotado en territorio nacional ya contiene una pureza de más del 80%, consiguientemente los procesos de fundición o refinación no son nada complicados, es más, no se podría afirmar que la fundición y refinación del oro, se constituye en actividad de industrialización de este metal. El Estado simplemente se ha limitado a comercializar el oro a través de la Empresa Boliviana del Oro (EBO), pero con pocos resultados alentadores.
Pasando a otro mineral como el bismuto, efectivamente existe una Planta de Fundición en el Centro Minero de Telamayu en el departamento de Potosí, de donde se obtienen lingotes de bismuto metálico. Sin embargo también es preciso aclarar que el bismuto metálico no se constituye en actividad de industrialización, considerado los múltiples usos del bismuto, como cosméticos, aleación, etc., etc.
El antimonio, que es un mineral estrella extraído del sud del departamento de Potosí, tampoco se ha logrado obtener productos de consumo final, se han efectuado a través de emprendimientos privados de procesos metalúrgicos para la obtención de antimonio metálico y trióxido de antimonio a través e la empresa privada EMUSA que es exportado para la industria electrónica.
Con relación al plomo, durante un breve periodo la Empresa Metalúrgica Karachipampa logró obtener plomo metálico para su exportación, pero el país no pudo ingresar a la industrialización del plomo.
Con el cobre hemos avanzado, a través de la empresa Minera Estatal de Coro Coro, con la obtención de cátodos de cobre, con una pureza del 99,99%, metal refinado que es exportado en su integridad. Quedó en proyecto el emplazamiento de la Fábrica de Alambrón de Cobre, que de haberse materializado estaríamos afirmando que Bolivia ingreso a la era de industrialización del cobre, pero todavía es un sueño.
Como se puede concluir con los minerales tradicionales y los metales no nos fue muy bien como país, apenas logramos darle valor agregado (industrialización) al oro y la plata en joyería, sin embargo el porcentaje de oro y plata que se utiliza para este propósito es mínimo, nuestro país exporta oro y plata en metálico, sin darle valor agregado.
En los No metálicos, como país nos fue mejor.
Con la piedra caliza varias Fábricas de Cemento se han logrado emplazar, algunas con bastante años en funcionamiento como SOBOCE(La Paz – Tarija – Warnes) FANCESA (Chuquisaca), COBOCE (Cochabamba) y otras recientes entre públicas y privadas, por ejemplo tenemos a la Planta de Cemento de Itacamba en Santa Cruz, emprendimiento que no es muy antiguo, asimismo a la Fabrica Estatal de Cemento ECEBOL ubicado en el Municipio de Caracollo del departamento de Oruro que produce cemento de muy buena calidad y también viene emplazándose una Fábrica de Cemento de ECEBOL en el departamento de Potosí (Comunidad de Chiutara – Municipio de Potosí). El cemento si es un producto de consumo final consiguientemente podemos afirmar que la piedra caliza ha sido utilizada para darle valor agregado.
De la misma manera podemos afirmar con otro No Metálico como es la arcilla, que es utilizada para la fabricación de productos de cerámica en el Municipio de Viacha del departamento de La Paz, empresas como INCERPAZ o en varias ciudades capitales y muchos otros emprendimientos pequeños se han emplazado exitosamente para producir productos a partir de la arcilla como ladrillos de destinados para mercado interno y de exportación.
El uso artesanal de la piedra caliza es muy intenso en la ciudad de Cochabamba para la obtención de la cal, y de la misma manera de piedra de yeso para obtención de yeso o estuco, es decir a través de procesos artesanales se ha logrado obtener productos de consumo final
Otro producto mineral no metálico que viene siendo utilizado como materia prima es la arena sílice en el Municipio de Zudañes del Departamento de Chuquisaca, en el referido lugar se ha emplazado una fábrica estatal muy moderna, cual es ENVIBOL que fabrica botellas y recipientes de vidrio.
Es importante también resaltar la explotación de la sal de roca en el Municipio de Entre Ríos en departamento de Tarija, cuyo procesamiento a través de Empresas como PISABOL y Monte Sal, es digno de resaltar pues dicha empresas procesan sal de alta calidad para su exportación a mercados de Europa y Asia.
No podemos obviar y pasar por alto, la Fábrica de acido sulfúrico a partir del azufre, en la localidad de Eucaliptos en el departamento de Oruro, esta fábrica utiliza azufre proveniente de la mina Capuratas. En Este caso si podemos afirmar que se ha ingresado a la industrialización del azufre, pero con intermitencias, debido a que el país aún no puede asimilar todo el ácido sulfúrico producido por la Fábrica de Eucaliptos administrada por COSSMIL. Consiguientemente la producción de azufre para fines industriales aún tiene un manto de incertidumbre.
Con relación a los minerales evaporíticos, podemos indicar que existe mucha expectativa.
El Estado Boliviano se ha propuesto la industrialización del litio, y no simplemente detenerse en la producción de materia prima como el cloruro de potasio que se viene produciendo a escala industrial desde año 2018 y la producción de carbonato de litio, todavía en proyecto piloto. La explotación del litio en Bolivia es sinónimo de industrialización para la obtención de energía a través de las baterías de litio, pero aún falta mucho por avanzar hasta el producto final que será muy requerido en el futuro, post combustible fósil, pues se requerirá de varias industrias que provean los insumos necesarios para esta gran cruzada de industrializar nuestra materia prima como es el lito. La posibilidad de un Acuerdo Internacional entre Bolivia y Argentina, puede contribuir en avanzar en esta heroica intencionalidad de industrializar el litio.
La producción de cloruro de sodio (sal) para consumo humano no requiere de mayor logística industrial, sin embargo el trabajo desarrollado por PISABOL en el departamento de Cochabamba en el Parque Industrial de Santivañez es una tarea digna de resaltar, se procesa la sal para consumo interno y exportación.
No nos podemos olvidar de las piedras semipreciosas como el ametrino (amatista y citrino), más conocida como la “Bolivianita” cuyo yacimiento se encuentra en el departamento de Santa Cruz en el Municipio de Puerto Quijarro, y es explotado por la Empresa Minerales y Metales del Oriente, con la “Bolivianita” la Empresa Anahí elabora joyas de clase mundial para su exportación.
Como podemos ver, nuestro avanzar en la “industrialización” de nuestros minerales tradicionales, metálicos no es muy alentador, pero si podemos señalar que en los No Metálicos y piedras semipreciosas se ha logrado avanzar en procesos de industrialización. Los recursos evaporíticos son un verdadero desafió, pues la explotación de litio es sinónimo de industrialización y se necesita de mayor impulso estatal, pero, también la intervención de capitales privados puede ser decisivo.
La industrialización de nuestros recursos naturales mineralógicos, le dará dignidad a nuestro país.