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«A los 22 años de edad, descubrí que soy una persona intersexual. Desde entonces, cada día de mi vida ha sido más alegre que antes», dice Iryna Kuzemko.

Ella es una de las personas alrededor del mundo cuyo género fue «reasignado» a través de una controvertida cirugía cuando aún eran niños.

Intersexualidad es un término genérico que se utiliza para abarcar más de 40 variaciones distintas de las características sexuales femeninas y masculinas.

Algunas son variaciones hormonales, otras se muestran como características físicas; por ejemplo, las personas pueden tener un sistema reproductivo de un sexo y los genitales externos del otro.

Muchas personas intersexuales atraviesan un proceso doloroso de búsqueda de respuestas, que a veces ocurre después de que se les ha realizado una cirugía de reasignación de sexo.

Los médicos dicen que las decisiones sobre reasignación de sexo no se toman a la ligera: se realiza una prueba genética para determinar el sexo del niño y varios médicos, padres y genetistas consultan juntos sobre la posibilidad de realizar la cirugía.

Pero los activistas intersexuales se oponen a que se realicen cirugías de reasignación de sexo no urgentes en los niños. Dicen que una persona puede tomar la decisión correcta sobre su género solo en la edad adulta.

Consideran que los padres y los médicos no deberían decidir por ellos quiénes son: un hombre o una mujer.

Tres mujeres intersexuales cuentan sus historias aquí, describiendo su camino hacia la autoaceptación.

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Iryna Kuzemko, 27, activista intersexual

Crecí como una niña hasta que llegué a la adolescencia. Todas mis compañeras llegaron a la pubertad y yo no menstrué. Con el tiempo, seguí siendo la única chica de la clase que no tenía senos.

Un día llevaron a nuestra clase a ver una película sobre la pubertad en las niñas. Fue una experiencia extremadamente dolorosa. Yo no entendía por qué todas mis compañeras se estaban desarrollando como explicaba la película y yo no.

A mi mamá y a mi abuela no les preocupaba que no me estuviera desarrollando como las otras chicas. Decían: «No hay problema. Todo estará bien». Pero cuando tenía 14 años, las convencí para que me llevaran al ginecólogo.

El médico dijo que necesitaba hacer que mis ovarios funcionaran. Me prescribió algunos procedimientos para «calentarlos». Los realicé una vez a la semana durante varios meses, pero en vano. Me sentí aún más angustiada.

A los 15 años, mi padre me llevó a ver médicos en Moscú. Recuerdo cómo pasaron rápidamente por mi lado. No me explicaron nada, solo llamaron a mi padre para hablar con él dentro del consultorio.

Mi padre me dijo que debían hacerme una pequeña operación, o tal vez dos. Yo no sabía lo que me estaban haciendo. Las chicas de la escuela me preguntaron, pero yo misma no tenía ni idea.

Más tarde le comenté a mi padre que sería mejor que me sacaran todo lo que tenía dentro. Y él respondió: «¡Pero te han quitado todo!». Me quedé impactada. Así fue como supe que me habían extirpado los ovarios.

Me sumergí aún más en la autoagresión y en el odio a mí misma.

Encontré un video sobre personas intersexuales en internet y noté que mi historia se parecía a la de ellas.

Entonces, busqué todos mi historial de salud y, teniendo a mi madre parada cerca de mi, llamé a un médico en Moscú. Estaba asustada.

Así fue como a los 22 años de edad me enteré de que siete años antes, me habían extirpado un testículo y tejidos no funcionales con elementos de tejido ovárico. Desde entonces, he estado tomando hormonas.

También supe que tengo cromosomas masculinos y femeninos. Y tengo útero.

Después de eso, tuve una conversación seria con mi padre. Dijo que dos psicólogos infantiles le habían aconsejado que no me dijera nada sobre esto.

Mi padre no admitió su error: debería haberme dicho la verdad de inmediato. Mi vida sería diferente.

Desde entonces, no le he vuelto a hablar.

Durante varios días después de recibir esta noticia me sentí profundamente frustrada. Ya no sabía cómo vivir. Pero me acepté muy rápidamente.

Ahora tengo una palabra para describir mi forma de desarrollo sexual: «intersexual». Antes de eso, viví en las garras de la incertidumbre.

Descubrí que las variaciones intersexuales son algo con lo que otras personas viven tranquilamente. No necesariamente tiene que haber sufrimiento. Mi autoestima ha crecido considerablemente. También decidí tomar una actitud activa para ayudar a otros niños y adolescentes a evitar el trauma que experimenté.

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Comentarios del especialista: Julia Sydorova, pediatra

«Es necesario distinguir entre la cirugía que se realiza cuando la vida del niño está amenazada y la llamada cirugía estética. Esta última se realiza con mayor frecuencia en bebés: sus genitales externos se forman a una apariencia típica.

Una niña, por ejemplo, puede tener genitales externos con rasgos masculinos. Puede haber hipertrofia del clítoris. Este se disecciona para darle una apariencia femenina típica.

Aunque esta condición no significa un peligro mortal, existen preocupaciones por razones sociales. Un niño así puede ser visto con sospecha en el jardín de infancia o en la piscina.

A veces, la misma variación intersexual causa problemas para la expulsión de la orina y, en esos casos, la cirugía está absolutamente justificada».

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Cada niño debe tener la oportunidad de tomar sus propias decisiones sobre su cuerpo y género.

Pueden hacer esto conscientemente cuando sean mayores. Si hay un problema específico, como una uretra cerrada, que imposibilita ir al baño, entonces el niño necesita ayuda.

A menudo, la cirugía puede tener efectos secundarios como pérdida de sensibilidad, infertilidad o dolor crónico. La terapia hormonal aumenta el riesgo de cáncer. Tengo que hacerme un chequeo con regularidad, por ejemplo.

También es importante comprender que la variación intersexual no debe confundirse con la orientación sexual. La mayoría de nosotros somos heterosexuales, pero también hay homosexuales, al igual que como ocurre entre quienes no son intersexuales.

Las personas con variaciones intersexuales tienen familias y tienen hijos, pero algunas descubren sobre sus variaciones intersexuales a nivel de cromosomas cuando no pueden concebir un hijo.

Al mismo tiempo, cada historia es única: las características sexuales mixtas ya pueden ser visibles al nacer, pero otras personas tienen una apariencia típica y la variación intersexual se manifiesta durante la pubertad.

FUENTE: BBC NEWS