Noticias El Periódico Tarija

  • ¿No son suficientes diez millones de contagios y medio millón de muertos en el mundo hasta ahora?
  • ¿Parece una película de ficción de terror escrita en las calles de Nueva York?
  • ¿Realmente esto es un mal sueño que pronto volveremos a despertar? – arguyo Froy a su hermano.
  • No, lo creo repitió Charles, lo dudo; las cosas no volverán a ser las mismas en mucho tiempo.
    De pronto sientes ese aire frio que recorre el espinazo, pasa por tu estomago haciéndose un nudo en la garganta y luego se siente la debilidad como si tu alma se hubiera desencajado de tu cuerpo.
    No te da ganas de trabajar por las malas noticias que a día a día revotan en la televisión, las falsas noticias en las redes sociales de teorías conspirativas del fin del mundo, noticias perturbadoras de esperanza sacan remedios caseros para prevenir al vicho. Diminuto rufián que con solo estornudar o hablar, contagia a medio mundo, ahora ya no se puede estornudar en paz en la calle, en vez de;¡salud! ; te dicen ¡covid!
    Ahora nos encapsulan suena ese término como si fuéramos el ingrediente principal de un fiambre que van a ponerlo a presión por conducto regular para ser procesado y empaquetado hasta su destino final, la venta al por mayor.
    Nos piden donar plasma para luego vendernos nuestra propia sangre con el disque término “servicios” costando tres mil doscientos bolivianos cada bolsita.
    Usan nuestra situación de desastre con el pretexto de hacer política, como salvadores, los elegidos para sacarnos de esta situación la gran señora de males. Una sociedad enferma que enfrenta sus propias enfermedades sociales.
    Ahora disque que quieren hacer un telemaratón para comprar equipo de terapia intensiva, dichos equipos que serán usados de los ricos para los ricos, dudo que vayan a a donarlos u obsequiarlos un hospital público, irán a una clínica privada de un cumpa o una cuma para alargar su acomodada vida.
    La especulación, la demanda son artimañas de los comerciantes usados desde que comenzó la pandemia donde el que page pueda poseerlo. Ayer quise comprar una herramienta que costaba hace seis meses veinte bolivianos y ahora los bribones me salen con que cuesta treinta bolivianos, dicen que no está llegando la herramienta y que ya se les está acabando su stock si quiere lleva sino déjelo ahí que otro pagara mejor precio.
    No quiero decir de los niños que este año si pasaran de curso sí o no, porque no me alcanza para pagar el internet, la computadora que tendría que comprar, más sus accesorios en vez de comida para los pesados días que vendrán, todo para que ellos pasen una hora mirando la pantalla las clases virtuales pasando de corrido, sin que puedan preguntar al maestro hasta que termine de explicar todo el tema para no perder megas y tiempo.
    Cada vez que ingreso a mi improvisado hogar en alquiler ruego que el dueño de casa no este cerca para no verlo de frente y me diga como el señor barriga en la serie el chavo del ocho ¡págueme la renta joven!
    Otros suertudos en cambio aprovecharon la noche para sacar sus cosas a lugares más económicos y dejarlo vacío de un día para otro para el departamento que arrendaban con tal de no pagar una renta elevada de un departamento en un tercer piso amplio, cómodo con vista ala calle. No se como lo hicieron, pero cuando hay necesidad y deudas los sinvergüenzas no faltan en la tierra.
    Por ultimo para terminar de digerir la OMS nos advierte con su frasecita; ¡lo peor está por venir¡ si estos charlatanes de segunda no hicieron lo suficiente para parar esta pandemia que desde el año pasado azotaba al otro lado del mundo.
    -¡¡Despertad, jóvenes, Levantaos de sus camas!!
    Desafiamos a los jóvenes salir de su comodidad y hacer de nuevo historia. Así como recuperaron la democracia con sus pititas ahora usen la cabeza que no es para peinarse para salir de una de las crisis que los marcara de por vida en su generación. Sin violencia, sin destrozos, sin quitar la vida a nadie. Ayúdenos a salvar el mundo que se nos cae. Los viejos ya vivimos, pero ustedes están en la flor de su juventud, necesitamos de su ayuda sin condiciones ni colores políticos, ni intereses personales, háganlo por ustedes y por los que vendrán detrás de ustedes. Las ideas no son suficientes, necesitamos su juventud, sus fuerzas, su energía, su resistencia al trabajo, salud a las enfermedades, por que vendrán tiempos difíciles y el tiempo se acorta hay mucho que aprender, mucho por practicar, mucho por hacer.
    No es fácil pero tampoco imposible, solo unidos saldremos de esta.