Ruben Montaño /Bolinfo / Tarija.
(elPeriódico-Mayo-20-05-2020)
Un hombre que fue imputado por el delito de homicidio en grado de tentativa, fue cautelado y el juez al realizar la valoración, determinó darle una medida sustitutiva, porque no tenía antecedentes penales. El procesado intentó matar a su padre con una hoz.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Armando Asturizaga, informó que el hecho se suscitó el pasado domingo, cuando un hombre de 33 años tras haber consumido bebidas alcohólicas con sus amigos, se dirigió a su vivienda en horas de la madrugada y al entrar, empezó a tener una discusión con su padre, al cual comenzó a agredirlo verbalmente.
Posteriormente, el agresor tomó una silla y comenzó a golpear a su progenitor y no conformé con esto, lo tiró al suelo y le propinó varios puñetes y patadas. Al ver que la víctima seguía con vida, su hijo tomó una hoz y trató de matarlo.
En ese momento, los trabajadores del herido detuvieron al agresor y de inmediato llamaron a la Policía para que pueda aprehenderlo. Luego de unos minutos, el personal policial llegó al lugar y socorrió al herido.
Mientras tanto, el hijo de la víctima fue trasladado a dependencias policiales donde quedó en calidad de aprehendido y Posteriormente, el Ministerio Público determinó imputar al hombre por el delito de lesiones y homicidio en grado de tentativa.
El pasado lunes, se efectuó la audiencia de medidas cautelares para el imputado y en la misma, el fiscal asignado al caso determinó dar una medida sustitutiva para el agresor, ya que no contaba con antecedentes penales. (eP)
El apunte
Situación de salud de la víctima que fue agredida por su hijo
Tras la agresión, el herido fue llevado a un centro de salud, donde el médico de turno le realizó la sutura a una herida punzo cortante en la cabeza, como así también presentaba hematómas en todo el cuerpo y tenía otros cortes en la oreja y en la mejilla.
Por este hecho, la víctima tiene 20 días de baja médica y los cuales deberá estar en reposo en su vivienda, donde el agresor tiene prohibido acercarse, porque así lo estableció el juez que lo cauteló.