Es obligación de cada uno de nosotros, trabajar para fortalecer tradiciones y costumbres, hacerlas crecer, proyectarlas en otros contextos y protegerlas de cualquier deformación. En esta época del año, el carnaval marca nuestra agenda y en el caso de Tarija, viene antecedido por el jueves de Compadres y el de Comadres.
La población sale a las calles a divertirse y a cultivar la amistad en su más linda expresión, las plazas se ven inundadas por gente que se involucra en el festejo y aporta para que lo nuestro se difunda. El excesivo consumo de bebidas alcohólicas, empaña la diversión ya que suele degenerar en otros excesos también, riñas, peleas, comportamientos indebidos, al final, la imagen que queda no es la mejor ni la que necesitamos para destacar nuestras costumbres.
La ausencia de control en la venta de alcohol es preocupante y los espacios públicos de convierten en cantinas al aire libre y en baños a cielo abierto. Hasta el contrabando festeja, ya que muchos productos que ingresan de esta manera, se comercializan libremente, dañando la industria nacional que debe cumplir con un rosario de requisitos para poder trabajar.
Festejemos, divirtámonos, estrechemos nuestros lazos de amistad y hermandad, con límites, con mesura, reflejemos la mejor imagen de nuestra tierra y sus tradiciones, no la peor, que está marcada por el abuso y el exceso. De esa manera no haremos más grande a Tarija.