Fuente: El Deber
Una rencilla entre un camionero y el cuñado de su esposa derivó en una tragedia. La noche del domingo, el chofer que estaba con sus hijos de siete y de 12 años, conducía desde Pisiga (frontera con Chile) hacia la capital orureña. Para que los niños se distraigan durante el viaje, el camionero, Wilmer Paiva Choque, les entregó su teléfono celular.
Los menores se ubicaron en la carrocería del camión, en un colchón de esponja, en medio de las garrafas de gas y cajas con botellas de cerveza que transportaba su padre.
Un reporte policial, preliminar al que EL DEBER tuvo acceso, indica que el conductor conducía por el sector de Sabaya, cuando se percató de que la carpa de la carrocería de su camión se encontraba abierta, por lo que decidió parar a un lado de la carretera para hacer una revisión.
En ese momento dos encapuchados saltaron desde el interior de la carrocería y emprendieron la fuga.
El cuadro con el que se topó el conductor fue tétrico: en la chata del camión divisó los cuerpos ensangrentados de sus dos pequeños. El mayor ya estaba muerto, mientras el menor, que aún respiraba, fue trasladado hasta un centro de salud cercano, pero no pudieron salvarle la vida.
Según las autopsias, ambos niños fallecieron por fracturas en las cabezas con heridas expuestas, presumiblemente provocadas con un combo u otro objeto contundente.
En contacto con este medio, el coronel Manuel Vergara Sandoval, director de la Felcc, explicó que agentes del Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) se dirigieron al lugar. Allí, los comunarios habían arrestado a dos personas por la actitud sospechosa que mostraban. Los entregaron a la Policía creyendo que se trataba de ladrones o ‘auteros’.
Por venganza
No costó atar cabos. Uno de los detenidos, Osman P. R. (27), era cuñado de la esposa de Wilmer Paiva. Hace un tiempo Osman vivía en la casa de Wilmer, donde constantemente bebía y agredía a su pareja, hasta que en una ocasión intentó matarla estrangulándola, pero Wilmer se lo impidió y lo botó de su casa.
El otro detenido, Dilmar V. P. (26), hace tres años era chofer de Wilmer, y fue despedido por sus constantes ‘borracheras’. Además, a Dilmar se le encontró el celular con el que se distraían los menores.
«Tío, ¿qué haces aquí?”
Según el relato de Dilmar a la Policía, el objetivo que tenían era matar al camionero, por lo cual abordaron el camión, pero no contaban con que en la carrocería se iban a topar con los niños.
El menor de siete años, los reconoció y le dijo: “Tío Dilmar, ¿qué haces aquí?”, entonces, ambos malhechores decidieron matar, cada cual, a uno de los menores. Ambos serán imputados por infanticidio.