Cada sábado en el barrio Fatima de la ciudad de Tarija, se instala “la feria de Villa Fatima”, un mercado improvisado en varias calles, cerrando el tráfico vehicular, provocando un caos sin igual. No se entiende cómo los vecinos toleran y aceptan vivir así, miles de personas y cientos de comerciantes informales, basura por doquier y suciedad como distintivo del lugar.
Lo cierto es que rige un desgobierno absoluto en el que la ausencia de la alcaldía es obvia. No hay diferencias entre calles y aceras, todo está tomado, invadido, los vendedores están arriba y los peatones caminan por donde pueden. Lo más complejo es que esta feria afecta una de las vías más importantes de la ciudad, la Av. La Paz, sin mencionar la Av. Potosí mas arriba, lo que provoca que la situación sea más difícil de digerir. Podríamos pensar que allí solo se venden comestibles, frutas o ropa pero nos equivocamos, los vendedores de plantas, abono y otros productos literalmente se asientan donde quieren. La gente debe caminar en medio de los motorizados, esquivando autos, motos, carritos ambulantes, uno que otro pino o nogal… sin olvidar las sombrillas con plástico azul que cada comerciante coloca para protegerse del sol.
Tarija cada sábado en esta zona luce como una mercado persa, el desorden y falta de limpieza rompen la imagen que se tiene de ella y engulle al propio tarijeño que asume como normal lo que ve, vive y practica cada sábado en “la feria de Villa Fatima”.