VALERIA METZELAR/BOLINFO/TARIJA
(elPeriódico-agosto 09/2019) El origen de los chunchos promesantes sigue siendo un misterio que despierta emociones encontradas, se encuentran diferentes visiones del mundo de grupos sociales; unos apuntan hacia Europa y el mundo católico, otros al mundo andino; finalmente otros a las raíces de tierras bajas en el Chaco tarijeño.
En el libro, Pequeños Misterios de la Fiesta Grande, escrito por el antropólogo Daniel Vacaflores, puede encontrarse una presentación completa de estas posturas explorando sus posibles fuentes originarias
De acuerdo a los datos analizados por el antropólogo, las cinco teorías actuales sobre el origen histórico de los chunchos promesantes son las siguientes:
Una teoría es que eran leprosos. La segunda teoría es que eran guerreros guaranís. La tercera que eran soldados españoles. La cuarta es que eran guerreros incas. La quinta es que eran guerreros churumatas y cañeros moyo moyo.
Según indica Vacaflores, como opinión personal, es que todas estas posturas tienen un grado de verdad y que conforman un sistema simbólico complejo con diferentes orígenes históricos y modificados discursivamente con el paso del tiempo en determinados contextos históricos como sociales.
La tradición oral ubica el origen histórico de los chunchos promesantes en la ciudad de Tarija en 1863, ya bien entrada la época republicana, pero todavía con la amenaza de la nación chiriguana en la zona del Chaco.
Hay una sola referencia histórica en la que dicta que originalmente formaban una comparsa en la procesión de la Virgen del Rosario con una apariencia salvaje y en clara referencia a los pueblos indígenas de las tierras bajas.
La íntima relación de esta institución con la familia Arce y sus orígenes como con su desarrollo; sin embargo, no existen referencias históricas definitivas sobre los orígenes de los chunchos promesantes en Tarija, siendo parte del problema que Daniel Vacaflores pretendió ayudar a resolver con el libro que escribió.
En las procesiones religiosas de San Roque, San Lorenzo y la Virgen del Carmen en el área urbana y rural entre el 10 de agosto hasta el 24 de septiembre, el espacio ritual más importante por la presencia de los chunchos, es la Fiesta Grande.
La estructura ritual es la misma en todas esas procesiones formando una calle con las parejas de chunchos como cañeros, acompañadas del sonido de los tamboreros y las quenillas, más los estandartes en medio de estas calles, por el medio, la imagen del santo o la Virgen.
La vestimenta del chuncho incluye un turbante de plumas, un velo para cubrir la cara, una pañoleta para cubrir la cabeza, un poncho de color, una camiseta blanca de mangas largas con cintas en los codos, un pequeño bolso en forma de corazón, todo cubierto por plumas multicolores similares a las del turbante, un pollerin de color que cae hasta las canillas, pañuelos de seda en la cintura, medias calzón de nylon color canela para cubrir las piernas y zapatos negros.
Los promesantes también llevan la flecha como instrumento musical de percusión consistente en una madera pequeña amarrada a un par de varas de caña para golpear.
Los chunchos promesantes son una institución tradicional exclusivamente masculina, solo se permiten hombres y se rechaza absoluta y hasta agresivamente la presencia femenina en sus filas.
Sin embargo, no son desconocidas las leyendas urbanas de las chunchas mujeres.
Los chunchos mayores revisan las manos de los promesantes para evitar la presencia de mujeres, pero la cantidad de participantes, crece exponencialmente, siendo casi imposible tener un control absoluto. (eP).
Nota de apoyo
Los chunchos andinos y los chunchos amazónicos en el Beni en la Amazonía boliviana y en algunas entradas folklóricas desde el Carnaval de Oruro hasta el norte argentino, pueden verse del primer tipo, más realista, donde se puede reconocer fácilmente la representación de guerreros de los pueblos de las tierras bajas en Tarija.
Existe el mismo tipo de baile pero con otro nombre en Tarija se los llama tobas, en referencia a un grupo étnico que habitó el Chaco tarijeño hasta finales del siglo XIX.
Estos chunchos son de una categoría diferente que los tarijeños.
Los chunchos tarijeños corresponden a la segunda categoría de tipo más estilizada y ritual.
Presencia ritual
El profesor Víctor Varas Reyes mencionó a mediados del Siglo XX de la existencia de bailarines rituales en Los Andes centrales con variaciones en los nombres, pero de un mismo origen. Puede verse chunchos en el este de Cuzco, los sikuris en Copacabana y en el Carnaval de Oruro, también están los del altiplano paceño.
Existen otros chunchos para la fiesta de la Virgen del Carmen de la Tirana en cercanías de Iquique, Chile y los cartuchos en la Fiesta de La Asunción.
Existe una expansión geográfica “enorme” para este tipo de bailarines rituales, si se deja de lado los chunchos.
Incluso, los chunchos son usados como sobrenombre del equipo de fútbol Colo Colo de Chile.
Similitudes y diferencias
Las similitudes visuales y simbólicas entre chunchos de diferente tipo son asombrosas, pero al mismo tiempo, son patentes que impiden pensar en una unidad monolítica en cuanto a la ritualidad de estos grupos danzarines.
Para comenzar está la referencia casi absoluta sobre sus orígenes como representación de guerreros salvajes de tierras bajas.
Las similitudes más visibles son por la vestimenta que utilizan estos chunchos, que tienen las similitudes de utilizar turbante con plumas los penachos la pañoleta, el puntillo, la camisa y otras que hacen pensar que son “hermanos culturales”, según la investigación del antropólogo.