ABI
El comandante general de la Policía, Yuri Calderón, anunció el miércoles
que determinó suspender a todo el personal de la Fuerza Especial de
lucha Contra el Crimen de Santa Cruz, alrededor de 150 efectivos, como
una señal de que la entidad del orden está decidida a luchar contra la
corrupción.
Explicó que los uniformados suspendidos serán sometidos a procesos
disciplinarios y dijo que esa medida estará acompañada con otras
acciones, como una auditoría a Interpol de los casos atendidos en los
pasados cuatro años y una nueva orden de destinos para los uniformados
que conforman las unidades disciplinarias.
«Estamos reforzando los criterios de control y supervisión de las
labores, que un tiempo a esta parte estaban venidas a menos. Queremos
mandar una señal a la población, que estamos contra la corrupción»,
remarcó el jefe policial en una conferencia de prensa.
«Preferirnos quedarnos con 100 policías honestos y si el resto de
los camaradas no van asumir su responsabilidad, no se van alinear a los
principios de honestidad, transparencia y lucha contra la corrupción
serán separados, enviados al Ministerio Público y las cárceles del
país», puntualizó.
Las medidas fueron asumidas en el marco de varias denuncias de
corrupción en la Policía boliviana, particularmente, la denuncia de
vinculación con el narcotráfico de dos jefes policiales de Santa Cruz.
El Primer Mandatario instruyó el miércoles al ministro de Gobierno,
Carlos Romero, actuar con todo el peso de la ley y de manera rápida y
contundente con los policías que tengan algún vínculo con el
narcotráfico.
El martes, el Fiscal Departamental de Santa Cruz, Mirael Salguero,
informó que se ordenó la aprehensión del exdirector de la Fuerza
Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Santa Cruz, Gonzalo Medina
y del capitán Fernando Moreira por la presunta comisión de los delitos
de encubrimiento, asociación delictuosa y confabulación.