Noticias El Periódico Tarija

Las cebras o los pasos peatonales figuran solo en las calles del centro de la ciudad y en algunas arterias transitadas pero no cumplen su objetivo de ser el espacio por el que caminen las personas para cruzar de un lado a otro de una vía. Hay varias razones, una de ellas tiene que ver con la falta de educación de los peatones que atraviesan la calle por cualquier lado, hasta en medio de vehículos en movimiento, exponiendo su propia integridad. Es decir, las barras pintadas en el suelo no significan mucho y por tanto se les resta la importancia que tienen. Por otro lado, los vehículos tampoco respetan el paso peatonal, tal vez porque ven que nadie los usa como tales, lo que no es argumento para hacerlo por supuesto.  Están ahí pero no se respetan, casi son elementos decorativos que se decoloran con mucha rapidez, más de la usual, si bien tienen un fin específico es muy común que nadie las use para eso. Es más que común ver motorizados esperando el cambio de la luz roja del semáforo sobre la cebra y la gente teniendo que esquivarlos para seguir su trayecto. Nadie se inmuta, ni el peatón reacciona ante la violacion de sus derechos ni el conductor parece saber que no está haciendo bien. Lo más  dramático es que no faltan aquellos que cuando ven a una persona cruzando la calle por cualquier lugar, hasta por un paso de estos, aceleran como si de una competencia se tratara obligando al ciudadano a apurar la marcha también. En Tarija muy claramente no sabemos que el peatón está primero y tiene prioridad ante todo, aún aquellos que abusan de ese privilegio. 

Es más grave aún ver que ni la policía hace algo al respecto, porque en sus propias narices los vehículos casi que se estacionan sobre el paso de cebra y ellos ni se mosquean, con eso más es casi comprensible que los taxistas, micreros y choferes en general, no tengan ni idea para qué son o para qué sirven esas franjas blancas pintadas en algunas esquinas.