Si bien son parte de
la fisonomía de la ciudad, con el paso del tiempo y el crecimiento de la
población han ido perdiendo la función para la que fueron construidas,
servían como distribuidores, para vincular y descongestionar el tráfico
vehicular, agilizándolo,
una alternativa frente a la intersección de calles, obviando las
esquinas y conectando varias vías. Las rotondas en Tarija se han ido
convirtiendo no sólo en «parte del problema» sino en «el problema», por
sus proporciones ya no sin capaces de soportar la
cantidad de vehículos que intentan ingresar a ellas, son tan pequeñas
que pocos motorizados son suficientes para generar un embotellamiento ,
porque nadie puede circular de y hacia ningún lado, porque simplemente
no hay por donde.
No hay que buscar mucho, la rotonda del Moto Méndez se encuentra
emplazada en un lugar que es un punto neurálgico de la ciudad, en ella
chocan las avenidas Víctor Paz y España, en la intersección de estas dos
vías se encuentra el campus universitario que es
visitado todos los días por miles de estudiantes, cuando la terminal
estaba más arriba, el caos era total en ciertas horas entre los
ómnibuses, las mini vans, los taxis, vehículos particulares, motitos y
universitarios yendo y viniendo. Otro ejemplo es la
rotonda de San Geronimo, imposible de sortear sin arriesgar por lo
menos un raspetón, la igual que la otra mencionada, está entre
las tres vías de la avenida Jaime Paz, la que va al sur, la que va
al norte y la doble vía y encima abre el acceso a la calle que ingresa a
San Geronimo y San Luis y por el otro lado hacia el barrio Juan XXIII.
En ambas rotondas pasos a desnivel y pasarelas
son urgentes, las personas tienen que hacer malabarismos para cruzar de
una lado a otro. Los conductores mejor ni hablar.
También podemos nombrar la de la fuente de los deseos, la del puente San
Martín y muchas más. Las autoridades deben pensar en diseñar una Tarija
moderna, en otras ciudades se trabaja en la eliminación de las
rotondas, salvo las que son parte de su atractivo
turístico o histórico, aquí trabajamos para hacer más rotondas, es
necesaria una labor profesional, técnica, en urbanismo, en la
planificación urbana que nos saque del pueblo del siglo XX en el que nos
hemos quedado.