Noticias El Periódico Tarija

Ricky Díaz durante una elección primaria en California, en junio. Los latinos representan el 30 por ciento del electorado de ese estado.
Por José A. Del Real
LOS ÁNGELES — Pese a que cada ciclo electoral en Estados Unidos millones de latinos obtienen el derecho a votar, muchos no lo ejercen. La interrogante de si grandes cantidades de latinos participarán en las elecciones legislativas del 6 de noviembre —el control de Washington está en juego para ambos partidos— sigue sin resolverse.
Pero ¿quiénes son los electores latinos en realidad? Cuando hablamos del electorado hispano y latino en Estados Unidos, a menudo lo hacemos en términos reductivos. Sus motivaciones e intereses políticos por lo general son incomprendidos o definidos de manera muy limitada en las campañas y los medios noticiosos. La diversidad de opinión e historia que existen dentro de las comunidades hispanas con frecuencia se desvalorizan.
Al igual que todos los electores, ellos son multifacéticos: sus conductas y preferencias políticas casi siempre están vinculadas a su edad, región, educación e incluso a la historia de migración de su familia.
Estos son algunos datos clave acerca de los votantes latinos, a partir de cifras del Centro de Investigaciones Pew, el American Community Survey y de una entrevista con William Frey, demógrafo de la Institución Brookings.
¿Cuántos electores latinos hay y cómo ha cambiado la cifra desde 2016?
Existen más de 29 millones de votantes latinos inscritos en Estados Unidos, los cuales conforman cerca del 13 por ciento de todo el electorado del país. Esa cifra es un aumento considerable de los 12,4 millones de hispanos y latinos que tenían derecho al voto en 1998. Desde las últimas elecciones nacionales en Estados Unidos, en 2016, dos millones más han sido habilitados para votar debido a que alcanzaron la mayoría de edad, de acuerdo con el Centro de Investigaciones Pew.
Además, su porción del electorado es considerablemente más grande en estados como California y Texas; en cada entidad el 30 por ciento de los votantes inscritos son latinos.
Según la encuesta del American Community Survey, seis estados tienen más de un millón de electores hispanos en total: California, Texas, Florida, Nueva York, Arizona e Illinois. (Ahondaremos en este tema más adelante). Sucede que en muchos de estos estados se están llevando a cabo las contiendas más competitivas de este año para el Congreso y el Senado.
Frey advierte que pensar en el electorado hispano como un bloque individual de votación es limitante.
“Cuando vemos estas cifras tendemos a reducirlas en categorías simplistas. Creo que ni siquiera los electores hispanos se consideran un monolito”, opinó Frey. “En Texas, por ejemplo, los hispanos no siempre han votado con vehemencia por los demócratas, mientras que los cubano-estadounidenses usualmente han votado por el Partido Republicano; aunque eso quizá esté cambiando con los cubanos más jóvenes. Los hispanos protestantes y evangélicos también se inclinan por los republicanos”.
La inmigración es un tema importante, pero no es el único
Las encuestas muestran que los electores hispanos por lo general consideran que los derechos de los inmigrantes son una prioridad al votar, pero es común que esta sea igualada o superada por las preocupaciones respecto del trabajo y el salario. Por ejemplo, en California, las cuestiones económicas son una inquietud importante, de acuerdo con una encuesta de seguimiento de votantes hispanos y registrados hecha por Latino Decisions, una firma de encuestas especializada.
Cuando se les pidió que enumeraran “los problemas más relevantes para su comunidad”, el 24 por ciento de los encuestados dijo que proteger los derechos de los inmigrantes era una de las cuestiones más importantes para ellos; el 23 por ciento dijo que generar más empleos era crucial, y el 22 por ciento expresó que le parecía fundamental el aumento de los salarios. Cerca del 20 por ciento opinó que reducir los costos de la atención médica era uno de los aspectos más urgentes. El 13 por ciento destacó frenar la agenda del presidente Donald Trump como una de sus prioridades centrales.El peso de la brecha educativa y del acercamiento político
A nivel nacional, aproximadamente el 17 por ciento de los hispanos con derecho a votar tiene un título universitario, de acuerdo con el American Community Survey de 2017. Se trata de un porcentaje muy reducido en comparación con los promedios nacionales de otros grupos. Cerca del 30 por ciento de los votantes hispanos se graduó del bachillerato y el 33 por ciento ha tomado algunos cursos universitarios. Alrededor del 20 por ciento de los electores hispanos no ha terminado sus estudios de bachillerato. Esos porcentajes son casi iguales en los seis estados con más de un millón de votantes latinos, aunque las cantidades pueden variar según el condado y el municipio.
“Deben ser la audiencia meta de las personas y las campañas”.
William Frey, demógrafo
En áreas donde hay una brecha educativa profunda, hacer comunicación política por medio de publicidad digital o enviada por correo y, sobre todo, hacer proselitismo en persona son maneras sumamente eficaces de aumentar la participación electoral de los hispanos y latinos. (Eso también aplica para todos los bloques de votantes).
Sin embargo, muchas veces los hispanos ni siquiera están contemplados en las campañas. En una encuesta de seguimiento realizada por Latino Decisions, el 60 por ciento de los electores latinos en California —donde hay casi media docena de contiendas competitivas por el Congreso— dijo que ninguna campaña había entrado en contacto con ellos.
¿Cómo se divide el voto latino?
La mayor parte de los hispanos con derecho a votar en Estados Unidos es de ascendencia mexicana, aunque las cantidades cambian según el estado y la región, de acuerdo con datos que Frey analizó.
A nivel nacional, el 58 por ciento de los electores hispanos en el país es de origen mexicano, el 13 por ciento es puertorriqueño y el 10 por ciento es de origen centroamericano. Un cinco por ciento adicional es de Cuba y un siete por ciento más es de países de Suramérica.
No obstante, las diferencias regionales pueden ser muy relevantes en las elecciones estatales y locales. A partir de datos del American Community Survey 2017, encuesta gestionada por la Oficina del Censo de Estados Unidos, en los estados con poblaciones con más de un millón de latinos:
• En California, el 80 por ciento de los 7,7 millones de electores hispanos del estado es de origen mexicano; un 9 por ciento es de Centroamérica.
• En Texas, el 87 por ciento de los 5,4 millones de votantes latinos tiene ancestros mexicanos. El mismo porcentaje de los 1,1 millones de electores latinos de Arizona es de ascendencia mexicana.
• En Florida, el 29 por ciento de los tres millones de votantes hispanos del estado es de Cuba; el 27 por ciento es de Puerto Rico; el 16 por ciento es suramericano; el 13 por ciento es de Centroamérica, y el 10 por ciento es de México.
• En el estado de Nueva York, el 39 por ciento de los dos millones de electores hispanos del estado es puertorriqueño; el 30 por ciento es centroamericano; el 15 por ciento es de Suramérica, y el 7 por ciento es de ascendencia mexicana.
• En Illinois, el 73 por ciento del millón de electores latinos del estado es de origen mexicano; un 14 por ciento es de Puerto Rico.
El electorado latino tiende a ser más joven (y menos movilizado)
De los 29 millones de hispanos y latinos que tienen derecho a votar este año, alrededor del 60 por ciento son menores de 45 años. Un tercio de ellos tiene menos de 30.
Y quizá eso es lo que contribuye a los bajos índices de participación electoral en general.
La mayor parte de los votantes hispanos actuales no está representado en las urnas electorales: unos 12,7 millones de hispanos votaron, con respecto de los 27 millones que podían hacerlo; fue un índice de participación aproximado del 48 por ciento.
“La demografía general está cambiando a medida que la población latina ocupa una porción más grande del electorado”, dijo Frey. “Aunque cabe mencionar que el mayor crecimiento dentro de la comunidad latina está en los jóvenes y niños latinos, así como aquellos de veintitantos: el grupo etario que no vota tanto”.
Los hispanos sí prefieren a los demócratas, pero en 2016 más personas de las que podría pensarse votaron por el Partido Republicano: dos tercios de los electores hispanos y latinos respaldaron al Partido Demócrata y el tercio restante habría votado por el Republicano de Trump, de acuerdo con las encuestas de salida. (Algunos analistas, sin embargo, afirman que el segundo porcentaje es más cercano a un veinte por ciento).
Frey advirtió que es un error pensar en los votantes hispanos como una base electoral demócrata.
“Existen investigaciones que demuestran que a medida que crece la cantidad de latinos que son hispanos de segunda y tercera generación en el país, con el paso del tiempo ya no muestran un apoyo tan estridente por los demócratas”, comentó.
De cualquier forma, los latinos “tienen una presencia más grande que nunca en la población de ciudadanos mayores de 18 años. Ese solo hecho, incluso si la participación electoral no cambia, debería darles un poco más de peso”, dijo Frey. “Deben ser la audiencia meta de las personas y las campañas que quieren que sean más activos en las próximas elecciones”.