Noticias El Periódico Tarija

En el desorden en el que vivimos, contribuyen mucho las ferias que están esparcidas y establecidas por toda la ciudad, no podemos desconocer que el municipio ha estado intentando regular su funcionamiento pero no ha tenido éxito por la intransigencia de muchos comerciantes, a pesar de tener el apoyo de la gente el alcalde de Tarija, Rodrigo Paz, no ha sabido capitalizar ese punto a favor. Lo extraño de la presencia de estos eventos, es que en gran número están avalados por la misma alcaldía, es decir, cuentan con un permiso para estar ahí, lo complejo de la situación va más allá de cuánto perjudican el normal desenvolvimiento de las actividades y el mal aspecto que le dan a la ciudad, otorgarles carta verde es al mismo tiempo permitir que acciones ilegales se consoliden y se transformen, queriendo parecer todo lo contrario.

Con todo lo expuesto, nos referimos concretamente a que en las ferias se comercializan inmensas cantidades de productos de contrabando, de origen ilegal, proveniente de una actividad delictiva. Embutidos, carnes frías, lácteos, vinos y bebidas alcohólicas, etc. no ingresaron al país pagando sus impuestos ni tampoco lo hacen cuando son vendidos, nadie emite factura a pesar de realizarse ventas de cifras elevadas. Ni que decir de la comercialización de ropa usada, Tarija está llena de esas ferias y ahora, hasta se la expone en «boutiques» que la quieren hacer pasar por nueva, eso se llama estafa. Existen normas nacionales que prohíben esta figura, la de venta de ropa usada, sin embargo al permitir, con el pago de canchajes u otras figuras, que los comerciantes realicen su ferias, se está dejando que «legalmente» vendan lo que ilegalmente entró al país o se está comercializando, dura y absurda contradicción que sólo refleja en medio de qué estamos flotando día a día.