Cultura Colectiva
Nunca más volveremos a hablarnos, soñarnos e imaginar un futuro juntos. Las risas se desvanecerán, las intensas charlas sólo quedarán en nuestra memoria y todo lo que alguna vez planeamos ser, será simplemente olvido y duelo. La muerte y el desamor son similares, porque del mismo modo, nunca podré hablar contigo, contarte mis hazañas y derretirme en tus brazos como cuando me decías que me amabas.
Esos momentos juntos ya desaparecieron. Todos los que conocieron nuestra relación evitarán hablar de ti, de mí y de nuestro pasado. Ya no seremos. Seré, serás y existiremos en un mundo en el que, probablemente, vivamos ajenos por siempre. Sin saber nada del otro hasta que, tarde o temprano, las conexiones sean tan débiles que se rompan y ni siquiera nos demos cuenta.
No dejaré de amarte pero sí te dejaré ir. Serás mi amor platónico, aquél que me sirvió como un motor hacia la verdad, que me ayudó a descubrirme y que ha desaparecido después de entender que te amé con cada una de mis células y lo que eso significaba.
¿Un consejo para todos aquellos que sufrieron lo mismo al perder al amor de su vida?
Es cuestión de decisión
Decidir bloquearlo de tus redes sociales, borrar su contacto, dejar de escribirle o hablarle y evitar cualquier posibilidad “casual” para encontrarlo de repente. Decidir que, en definitiva, su relación ha terminado para siempre, que no habrá una segunda oportunidad y que lo que algún día tuvieron es pasado. Mientras exista una esperanza y tengas atisbos de dudas, superarlo será un fracaso total.
Evita a esa persona a toda costa hasta que te sientas preparado para verla
No, no estás lo suficientemente preparado para verlo en una fiesta y no sentir nada. Todos los avances que habías tenido en meses de no hablarle, se perderán. Todos los sentimientos que considerabas ocultos resurgirán y lo único que lograrás será lastimarte más. Cuando ni siquiera pienses en la posibilidad de encontrarlo, cuando no consideres su presencia para ir a algún sitio, tal vez verlo de casualidad no sea un problema. En cualquier otro caso, la batalla parece perdida por más que te repitas “ya no lo extraño”.
No son amigos ni lo serán en mucho tiempo
Por más que hayan terminado bien es indispensable que ambos se den su espacio y eviten contacto. Si siguen frecuentándose y platicando sobre su día sólo harán más difícil la separación definitiva.
prende a disfrutar tu soledad y no la evites
Una de las cosas más difíciles después de terminar una relación es la soledad. Después de considerar siempre a una persona para todos tus planes, te das cuenta de que los planes son menos y tú debes decidir si realizarlos o no. Probablemente al principio no quieras ir a ningún lado, prefieras quedarte en tu casa en posición fetal y evitar a toda costa a cualquier persona pero, cuando sepas organizar mejor tus planes y tu vida, te darás cuenta de que cada momento es especial y que debes sacarle el máximo provecho.
onócete
Probablemente te has mimetizado con esa persona y te conoces menos de lo que crees. Por eso, este momento debe ser para ti, debes procurarte y sentirte bien para después comenzar la vida que quieres.
Vive el duelo
Después de que decidas terminar tu relación, los primeros días serán un martirio, incluso los primeros meses, pero debes saber que es completamente normal. Llorar, sentirte la persona más fea del planeta, llorar, querer salir con todos los prospectos posibles, llorar, destruirte con cada película que veas, llorar, identificarte con todas las canciones que escuches, llorar, quedarte sin voz… Es parte del proceso que tienes que vivir.
Ninguna relación será igual
Por más que intentes crear el mismo vínculo que tenías con esa persona, la realidad es que nunca lo lograrás. Todas las relaciones serán completamente distintas y para crear un vínculo tan fuerte como el que lograste con el amor de tu vida, deberán pasar decenas de citas y pláticas intensas.
Era necesario sufrir para aprender lo que sabes ahora
Probablemente creas que lo único que lograste con tu ruptura amorosa fue caos y decepción, pero piensa cuánto has aprendido y qué sabes ahora o compara tu fortaleza con la de antes. Esta ruptura amorosa es la más importante porque te enseña más que ninguna otra: el amor no es lo que pensabas, no es para siempre y la gente no es tan buena como alguna vez consideraste.
Acostarte con muchos (a) no solucionará nada
Una parte de ti seguro piensa que lo correcto es comenzar, desesperadamente, a conocer gente, salir con ella y acostarte con ella… No es así. Por más que lo intentes, si es que lo haces, te darás cuenta de que el vacío existencial se apoderará de ti y en lugar de sentir un avance, el choque de emociones que una relación sexual conlleva sólo te hará darte cuenta de que estás desperdiciando tu tiempo al intentar curarte de la manera más autodestructiva.
Sí podrás volver a enamorarte
Por más que pienses que no, el amor llegará tarde o temprano. Pero no llegará de la nada y mucho menos podrás tenerlo hasta que no sanes y estés preparado para otra relación. Si lo intentas con el corazón herido, sólo lastimarás a la otra persona y a ti.
Ninguno de los dos es culpable
Ver tu relación pasada e intentar encontrar los motivos de la ruptura te hará llegar a conclusiones apresuradas, te sentirás culpable o querrás encontrar quién lo es, cuando, seguramente, si no terminaban en ese momento, algo más impediría que continuaran su relación y, de igual manera, hubieran acabado.
No vas a dejar de amar a esa persona y está bien
Por más que lo intentes, dejar de amar a quien fue el amor de tu vida es prácticamente imposible. No entierres tus emociones, las cosas no funcionan así, sólo reprimirás tus sentimientos. Acepta que esa persona te enseñó una de las emociones más bellas del mundo. Agradécele y libérate de la presión que sientes al querer, a toda costa, dejar de sentir amor.
Dejarte fue más difícil de lo que creí. Un año y medio después aún conservo tus cosas y esos detalles que rara vez me diste. Aún sueño contigo y siento que te amo cada vez que el destino nos pone uno frente al otro pero, es cierto, es cuestión de decisiones y hoy decido ya no estar contigo.
Ya no pensarte, no soñarte, no beberte, no desearte. No querer regresar a tu lado, no mostrarte mi lado más débil ni entregar mi orgullo cada vez que te ruego por un beso. Pero sí amarte, el amor no se irá nunca porque, cuando decides amar a alguien, ya te jodiste y yo te voy a amar siempre como alguien con quien compartí los mejores momentos. Alguien que quedó en el pasado, que marcó mi vida y que no regresará.