• El pasado 15 de junio de 2018 los restos del biplano pilotado por Pabón, un Curtiss-Wright CW-C14R Osprey, fueron encontrados en una estancia rural cercana a la localidad de Florida, en el Chaco paraguayo.
• Los aviadores bolivianos, juraron vengar la muerte del heroico piloto Rafael Pabón
Con el hallazgo en Paraguay el pasado 15 de junio de 2018 de los restos del avión comandado por el boliviano Rafael Pabón Cuevas, se cierra un capítulo que ha fascinado a los historiadores aeronáuticos de la Guerra del Chaco (1932-1935): el combate aéreo que costó la vida al más legendario de los pilotos bolivianos. Los restos del biplano pilotado por Pabón, un Curtiss-Wright CW-C14R Osprey, fueron encontrados en una estancia rural cercana a la localidad de Florida, en el Chaco paraguayo. A partir de las placas encontradas en el motor, se confirmó que se trata del avión pilotado por Pabón, nacido en 1903 y considerado un héroe en Bolivia. Pabón falleció junto a su artillero, Mario Calvo. Ambos cayeron en agosto de 1934 durante el combate aéreo que mantuvo con el Potez 25 paraguayo, de fabricación francesa y pilotada por Carmelo Peralta y Rogelio Etcheverry como artillero.
Restos del Avion boliviano derribado el 12de agosto
de 1934 pilotado por Rafael Pabón Cuevas.
De ese enfrentamiento se tienen abundantes datos, principalmente por el testimonio de Peralta y la posterior labor de historiadores como el paraguayo Antonio Luis Sapienza, un estudioso del batallar aéreo en esa guerra, que enfrentó a Paraguay y Bolivia. De acuerdo al registro histórico y registros del Archivo de Ejercito de Bolivia, los cuerpos de Pabón y Calvo fueron recogidos unos días después del derribo por las fuerzas terrestres bolivianas, que luego les dieron honores y sepultura. Otro contingente boliviano se llevó una de las dos ametralladoras del avión, dejando la otra junto a los restos hallados en la propiedad de un colono menonita.
La Comisión Nacional de Sitios Históricos de la Guerra del Chaco del Paraguay que difundió las fotos de los restos de la aeronave, confirmó que eran los del avión caza de Pabón. Con ello se cerró un episodio que se remonta al día en que el Potez 25 de Peralta sobrevoló el Fortín Madrejón, donde Pabón estaba destinado en ese momento. Pabón era en la guerra del Chaco el piloto más reconocido del país.
PILOTO GRADUADO EN EE.UU.
Pabón se graduó como piloto aviador en Estados Unidos, en 1921, cuando todavía resonaban las hazañas en la Primera Guerra Mundial de Manfred von Richthofen, el “Barón Rojo” y el “as” por antonomasia de la primitiva guerra de aviación. Su hora de gloria llegó en diciembre de 1932, al derribar un Potez paraguayo, en la que se considera la primera batalla área de América. A ese incidente siguieron otros enfrentamientos en el aire, que culminaron en el último vuelo de Pabón, cuando salió en persecución de Peralta. Los registros históricos sobre la caída de Pabón, divulgaron muchas hipótesis, sobre todo en el lado boliviano, donde se llegó a decir que Pabón no había muerto en ese enfrentamiento. “Ni Peralta ni el mando paraguayo sabían que se trataba de Pabón, hasta que luego se interceptó un mensaje cifrado de los bolivianos con esa confirmación”. El hallazgo de los restos de la aeronave puede fomentar la búsqueda de otros aparatos caídos en el Chaco, y no precisamente en combates aéreos.
En los tres años de guerra solo hubo veinte combates aéreos, lo que es muy poco si se compara con la Primera Guerra Mundial o la Guerra de España. Pero hubo muchas misiones de bombardeos aéreos sobre objetivos terrestres y la mayoría de aviones derribados lo fueron por fuego antiaéreo, señalan los registros históricos. Hubo además muchas misiones aéreas de reconocimiento y otras para trasladar a heridos y transportar logística y armamento. La histórica militar de América Latina, reconoce que fue la primera guerra “moderna” de la región. Fue la primera guerra moderna en Latinoamérica al utilizarse cazas y bombarderos y hacerse traslados de heridos.
El avión que pilotaba Rafael Pabón tenía un potencial superior a los aviones de guerra paraguayos, puesto que contaba con una ametralladora fija y otra móvil y era conocido como un “caza bombardeo”. De acuerdo a lo que indican los historiadores, el 12 de agosto de 1932, un avión comandado por los pilotos paraguayos Carmelo Peralta y Rogelio Etcheverry estaba en medio de una misión de reconocimiento en la zona cuando fue perseguido por el Osprey boliviano.
El avión del héroe boliviano Rafael Pabón. 1933
Pabón y Calvo atacaron a los paraguayos quienes reaccionaron y se inició una persecución aérea que terminó con la caída del avión boliviano. “Varios intentos tuvo el piloto boliviano de derribar al avión paraguayo que huía en zigzag, como indican los manuales (…) pero finalmente el avión boliviano, luego de la persecución cayó en medio del monte. Según los historiadores paraguayos, el avión de Pabón fue derribado por una ráfaga disparada por el teniente Etcheverry. El año 2016 también se había hallado los restos de un avión Potez 25TOE serial 13, que usó el Ejército paraguayo en la guerra con Bolivia. Este descubrimiento se situó en el área de Cañada El Carmen, (Cañada Strongest) donde se había librado la recordada batalla en 1934.
LA CARTA DE SU PADRE
Tres días antes de su muerte, su padre, el señor Luciano Pabón, el 9 de agosto, en su carta le pide a su hijo Rafael Pabón no salir del Chaco. Su tenor, dice: “La Paz, 9 de agosto de 1934. No pienses en venir. Supongo que ahora arrecian las ofensivas de los “pilas”. Nadie podrá moverse. Muchos han logrado salir del Chaco, pero tú no puedes hacerlo. Tu padre te lo dice”. .”…Sólo me hacen vivir tus cartas y las glorias que has conseguido para ti y tu apellido. ¡Ojalá yo estuviera sano!!!, ya estaría en el Chaco como soldado para defender a mi patria, como lo hice en la campaña del Acre…”.
El juramento de los aviadores bolivianos, por vengar la muerte
del heroico piloto Rafael Pabón, había sido cumplida
El Juramento de los Aviadores Bolivianos, por vengar la muerte del heroico piloto boliviano, Rafael Pabón, había sido Cumplida – (Guerra del Chaco). 11 de diciembre de 1934, nuevo lauro de la aviación boliviana conquistado por los Sub- Tenientes Alberto Alarcón y Emilio Beltrán. El Informativo No. 424 de la zona de operaciones publicado al día siguiente, dice textualmente: “Hoy a horas 17 y 30 nuestros aviadores han conquistado una nueva gloria sobre el cielo de Capirenda.
Sub. Ttes. Alberto Alarcón y Emilio Beltrán.
Los Subtenientes de las Fuerzas Aéreas bolivianas Alberto Alarcón y Emilio Beltrán, han derribado un aparato de bombardeo paraguayo de marca Potez, después de 15 minutos de combate, el avión enemigo, además del piloto llevaba un metrallista, ambos fueron tomados por el fuego de Alarcón y Beltrán y su máquina cayó en tierra, donde se consumió en llamas”.
El Sbtte. Beltrán que conducía una patrulla por aquella misma zona intervino de inmediato en la acción, alternando con Alarcón los ataques mortíferos del enemigo común. Este no hacía más que eludir los ataques de los aviadores bolivianos e intentar su desesperada huida.
Luego de una tercera acometida el avión paraguayo descendió aún más, llegando a ras del monte con toda la potencia de su motor, Los aviones bolivianos, con admirables vuelos rasantes y ataques verticales lo persiguen implacablemente, disparando por su parte con más efectividad sus ametralladoras. El último y violento ataque, con un pique de extraordinaria audacia, del Sbtte. Alarcón, logra ultimar al aparato que vuela a la deriva, pues sus tripulantes habían recibido ya el fuego mortal y el avión cae envuelto en llamas, seguido de su negra estela, en las cercanías de Capirenda.
Con este motivo, el Comandante del Ejército en Campaña, transcribe al Jefe de la Fuerza Aérea las felicitaciones del primer mandatario:
“De La Paz, 13 de diciembre de 1934.- G.J.E.C. Villamontes.- Sírvase transmitir nuestros bravos aviadores Alarcón y Beltrán mis parabienes por su heroica hazaña y el júbilo patriótico con que los manes y el ejemplo del inmortal Pabón siguen inspirando a las alas bolivianas.-
(Fdo) JOSE LUIS TEJADA SORZANO- Presrepública.” El juramento de los aviadores bolivianos, por vengar la muerte del heroico piloto Rafael Pabón, había sido cumplido.