EKATERIMBURGO
Aquel tambor tricolor batiente ante Alemania y Corea del Sur quedó mudo. Suecia 3-0 sobre México, pero el Tri clasifica con la bendición de Corea del Sur: 2-0 ante Alemania. Los milagros ocurren, pero esta vez no en la Arena Ekaterimburgo, sino en Kazán, al amparo de terceros.
Suecia fue superior siempre. En la actitud de sus jugadores, y en la incapacidad de México para hacerle frente y superarlo. El 3-0 es un precio barato, pues Guillermo Ochoa fue de nuevo la figura, mientras que el árbitro Néstor Pitana despojó de una clara mano de Javier Hernández a los europeos.
Desaciertos defensivos, especialmente por un catálogo de errores de Edson Álvarez incluyendo un autogol que certificó el 3-0 para Suecia.
Ahora, México, con una imagen sombría, muy diferente de las insinuaciones ante Alemania y Corea del Sur, espera su rival en Octavos de Final.
Suecia marcó las diferencias y las distancias. México, titubeante, cedió ante el poderío atlético del adversario.
Pronto, Guillermo Ochoa siguió reclamando un homenaje. Tres disparos violentos, con esa letal saña de gol, pudo interrumpirlos con alarde de reflejos y seguridad, condiciones que faltaban a los otros diez mexicanos en la cancha.
México comenzó la segunda mitad en misión suicida. Y a Suecia le sedujo la propuesta, cuando encontró que la media cancha de México dejaba una pradera.
Y al minuto 50′ le puso precio a su esperanza: un rebote en el área toma fuera de posición a Edson Álvarez, y Augustinsson toma de volea el balón y el zapatazo entra a izquierda de Ochoa, quien apenas roza el balón. 0-1, silencio en Ekaterimburgo.
El gol es devastador. México se desordena, se asusta. La coherencia de media cancha en algunos momentos en el primer tiempo desapareció.
Y Suecia genera contragolpes con velocidad y verticalidad descarada. Uno de ellos, a los 62′, genera el 2-0. Marcus Berg penetra por el centro y Héctor Moreno lo barre. Pitana no duda. El cobro de Granqvist es impecable: arriba a la derecha, superando el lance de Ochoa.
Con Marco Fabián en la cancha, las condiciones de México no mejoran, por el contrario, la angustia crece, ante la formación sólida de Suecia en el fondo.
Y el tercer gol es un híbrido de la persistencia sueca y de los desatinos en el fondo, al grado que un balón sin riesgo, Edson Álvarez lo convierte en acto de suicida de autogol, para el 3-0 a los 72 minutos.
Tecatito Corona intenta inyectar una opción de ataque. Genera la mejor jugada, en un cambio de juego que recentra Guardado y que Vela, en segundo poste, desvía hacia afuera.
Para México la salvación llega de Corea del Sur. Clasifica como segundo del Grupo F. Destino: Samara.