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Las niñas y adolescentes que se encuentran albergadas en la institución atravesaron una vida difícil y de violencia en sus hogares, especialmente  por el consumo de bebidas alcohólicas

Sidar Paca/Bolinfo/Tarija

(elPeriódico,junio–27/2018) “Cada mañana las veo salir a clases, son muy educadas porque te saludan amablemente. Algunas ya adultas me siguen reconociendo”, comentó J.M.C. de 64 años, quien vende diferentes artefactos en puertas del hogar Moisés Navajas de la ciudad de Tarija.

45 niñas se encuentran  en este centro, después de  vivir una “vida tóxica” y de violencia.

La vida de cada una de las niñas y adolescentes que se encuentra albergada en el hogar es distinta, pero tienen algo en común, que todas provienen de familias problemáticas y de hogares donde vivieron “un infierno”, en gran parte por el consumo de bebidas alcohólicas por sus progenitores, según contaron.

Desde el exterior uno puede observar un edificio de paredes altas y ventanas con varillas de seguridad, trayendo a la mente una imagen parecida a un centro reclusorio.

Pero, al ingresar lo primero que llama la atención son las fotografías de las niñas y adolescentes sonrientes vendiendo  masitas para celebraciones como Santa Anita y en otras,  realizando alguna actividad recreativa.

Al ingresar por uno de los pasillos,  nos topamos con el aula de estudios y con seis niñas, algo tímidas saludan desde sus asientos, sus rostros reflejan desconfianza, pero la administradora del hogar, Marlene Salazar Apaza, les explica que somos periodistas, tranquilizándolas.

Mientras recorremos los ambientes de la institución, el psicólogo del hogar, Juan José Corea, nos explicó que algunas de las adolescentes rehúsan la autoridad que hay en el centro y no les gustan las normas impuestas.

“Ellas provienen de familias que son bastantes tóxicas, lugares donde los familiares son alcohólicos, donde no tienen qué comer y se dedican a lo ajeno, por eso ellas están aquí”, explicó.

Por esta situación es que registran conductas “bastante inadaptables”, mencionó el profesional.

Salazar acotó que la mayoría de las niñas y adolescentes de la institución fueron vulnerados en sus derechos sexuales, por ello, que se encuentran protegidas en el hogar y tratan de dar todo el apoyo adecuado.

Menores que se escapan

Existen casos, en que las adolescentes  no asumen las normas del hogar y no aceptan su realidad de encontrarse en un albergue transitorio, optando por escapar descuidando a la portera y a los funcionarios del centro.

“Creen que son jóvenes como cualquier otra persona en la ciudad,  con ese deseo de asistir a fiestas o tener enamorados, por ello abren la puerta y se van. Esto no es una cárcel y nosotros no les privamos de la libertad, ellas tienen derechos en su vida”, explicó el psicólogo.

Acotó que al momento de salir las menores de la institución, estas se exponen a “muchos riesgos”.

El director de la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia de la Alcaldía, Ramiro Pérez Jurado,  señaló que dos menores de edad escaparon del centro, pero la institución logró encontrarlas y las restituyó al hogar.

“Las niñas muestran conductas como bajo estima, agresividad, falta de empatía, falta de afecto, irritabilidad, entre otros”.

Llegamos a la cocina del hogar y, el aroma a comida nos retiene unos minutos para observar a dos mujeres que preparan el almuerzo para las 45 menores de edad, todo limpio y ordenado, al igual que el comedor que está a algunos metros más adelante.

La administradora nos explicó que cuentan con el apoyo de una nutricionista para la elaboración del menú, debido a que algunas de las recién llegadas a la institución,  ingresan con cuadros de desnutrición,  debiendo cuidar de su salud, como de las que se enferman.

“Les damos su desayuno, merienda, almuerzo, merienda de la tarde y cena,  gracias al Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges),  los alimentos no faltan”, resaltó.

Apoyo

Mientras caminamos al cuarto de costura, donde se refaccionan las prendas de vestir de las menores de edad, nos llama la atención unas gradas, las que subimos y nos lleva a los dormitorios de las niñas.

Un silencio acogedor resalta, con las camas de las menores  en orden y cada una con un muñeco, peluches que son la compañía de las niñas en la noche.

El psicólogo indicó que los 13 funcionarios del hogar,  tratan de empoderar a las niñas y adolescentes para que no vuelvan a sufrir.

“Se les explica que ellas deben de superarse y tener un plan de vida para más adelante, un futuro con un oficio”.

La administradora señaló que la empresa petrolera Repsol hará la inauguración de un ambiente donde las menores aprenderán a realizar costura, peluquería y cocina. Estos oficios les ayudarán  cuando cumplan la mayoría de edad.

Las niñas y adolescentes salen diariamente a vender masas que preparan en la cocina del hogar para obtener algunos recursos económicos, explicó la funcionaria.

“Estuvimos en la Fexpo Tarija vendiendo algunas artesanías y plantas, por lo cual estamos viendo de obtener un mercado más adelante”.

Las jóvenes que cumplieron la mayoría de edad y abandonaron el centro, visitan el hogar en busca de ayuda como becas universitarias entre otras, pero gran parte de ellas,  ya tiene una fuente de trabajo o está estudiando una carrera académica o técnica.

“Se sigue apoyando a las niñas luego de que hayan salido de la institución, porque este centro para ellas fue un hogar familiar”, aseveró el psicólogo.

El vivir de los menores 

Salazar explicó que un día normal para las menores de edad, es levantarse en la mañana para asearse, desayunar y comenzar con sus obligaciones como estudios.

El almuerzo es al mediodía  y asisten a su unidad educativa en la tarde. Las niñas y adolescentes retornan a la institución a cenar y a descansar.

“Ellas tienen muchas oportunidades como clases de costura, baile entre otras actividades,  tanto dentro y fuera de la institución programadas por el Sedeges o por instituciones como personas voluntarias”, mencionó.

En el centro,  las menores ingresan desde los 6 hasta los 17 años.

“Muchas de ellas,  ingresan porque se vulneraron sus derechos sexuales, ellas están mientras se solucione su situación y sean restituidas a sus familias en la medida que se pueda”, aseveró la administradora.

Mientras las menores se encuentran en la institución, ellas reciben la visita de sus familiares e incluso algunas salen con sus parientes a realizar diversas actividades.

Necesidades del centro

Seguimos caminando por los pasillos del segundo piso de la infraestructura y observamos una pequeña capilla en medio de las habitaciones de las menores de edad, donde realizan las actividades religiosas, que resalta por su aire pasivo como tranquilizador.

En eso, Salazar mencionó que la infraestructura se encuentra en buenas condiciones, pero requiere trabajos de refacción y mantenimiento diario para que más adelante, no presente  problemas, porque este edificio data de finales de la Guerra del Chaco.

La administradora refirió que el hogar requiere un psicólogo más y dos educadoras para atender a las 45 niñas y adolescentes. “Se redujeron las terapias, debido a que la población es bastante”.

Salazar explicó que la institución cuenta con una enfermera y el apoyo de un médico del Sedeges; además, las menores reciben la atención dental correspondiente.

“El Sedeges hace un convenio para que recibamos medicamentos, a veces funciona y otras no tanto, porque se corta el acuerdo interinstitucional”, reveló.

Sedeges

Entre tanto,  la directora del Sedeges, Mery Polo Areco, explicó  que trabajan en la restitución de los derechos de las menores de edad.

Aseguró que todos los menores de edad que se encuentran resguardados en los hogares del Sedeges,  atravesaron problemas de violencia intrafamiliar y vulneración a sus derechos sexuales.

Para Polo,  la población no tiene que sentir lástima por los menores de edad que se encuentran en estos centros transitorios, sino que deben de apoyar a la lucha contra la violencia hacia los niños y adolescentes en sus hogares.

“Se tiene que trabajar fuerte en temas de prevención en todos los sectores, para evitar que estos niños lleguen a los hogares dependientes del Sedeges y evitar que sean vulnerados en sus derechos”, explicó. (eP).

EL APUNTE

Defensoría prevé una inspección al hogar Moisés Navas

La delegada defensorial de Tarija, Carola Romero Pacello, indicó que la Defensoría del Pueblo se encuentra “preocupada” por la situación del hogar Moisés Navas de la ciudad de Tarija, donde las menores de edad requieren más apoyo psicológico; por los últimos eventos que se dieron a conocer en los medios de comunicación.

“No debe de medirse recursos en dotar a estas instituciones como el hogar Moisés Navas de la atención necesaria”, aseveró la entrevistada.

Mencionó que debe existir un control “estricto” en el personal que se hace cargo del cuidado de las niñas y adolescentes de los diferentes centros de acogida dependientes del Sedeges, para que los menores de edad no tomen decisiones fatales.

Romero señaló que están solicitando los informes correspondientes al Ministerio Público sobre  un presunto hecho de vulneración a los derechos de una adolescente ocurrido en las instalaciones.

Se preguntó a la entrevistada si esta situación amerita una inspección a la institución, respondiendo positivamente.

“Definitivamente realizamos visitas sorpresivas, porque es importante visibilizar una total transparencia, la competencia de la Defensoría del Pueblo es velar por el cumplimiento de las garantías de las personas”.

 

LA NOTA DE APOYO

Menor de edad que intentó quitarse la vida

Sidar Paca/Bolinfo/Tarija

(elPeriódico,junio–27/2018) Una adolescente del hogar Moisés Navas intentó a principios de mes quitarse la vida arrojándose desde el techo de la infraestructura de la institución, situación que preocupó a la sociedad tarijeña.

“Tomamos recién conocimiento de este caso, porque el hogar Moisés Navajas es una institución departamental y los menores de edad de edad que se albergan en este centro, proceden de otros municipios; en el caso de la adolescente fue internada por otra defensoría”, informó el director de la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia, Ramiro Pérez Jurado.

Explicó que recién intervinieron en este caso, derivando a la adolescente al Instituto Nacional de Salud Mental y de Drogodependencia (Intraid),  para que sea tratada por médicos,  porque tendría problemas mentales, teniendo conductas problemáticas.

“Este caso hicimos conocer a la juez de la niñez y la adolescencia, para que se le dé medidas de protección a la menor, porque creemos que  debe de ser tratada por médicos especialistas y consiga un centro especializado donde pueda estar”.

Por ello, la Defensoría pide que la adolescente no retorne al hogar,  debido a que esta institución no cuenta con un médico psiquiátrico especialista en atención de estos casos.

Van a seguir haciendo seguimiento de las niñas y adolescentes del hogar de las que tienen competencia como institución.

 

LOS DATOS

  • Menores de edad del Moisés Navajas en su mayoría tienen problemas con las normas y reglas de la institución, según los administradores.
  • Los adolescentes fugan de la institución por problemas en clases con sus compañeras del hogar y por tratar de retornar a sus casas.
  • Las niñas y adolescentes del hogar Moisés Navajas provienen de familias “tóxicas” con problemas con el consumo de bebidas alcohólicas, según el Sedeges.