Noticias El Periódico Tarija

Cultura Colectiva

Si crees que es muy pronto para comprometerte, quizá debas abandonar la idea de comprar unos tenis blancos.

Después del revival que el punk rock tuvo a principios del nuevo milenio en donde todo mundo quería unos tenis sólo para ensuciarlos; tal vez ahora nos parezca ridículamente absurdo, pero cuando los Ramones tuvieron la oportunidad e brillar de nuevo no había nada que combinara mejor con unos jeans skinny que unos tenis mugrosos como los que Joey Ramone lucía en cada escenario que pisaba — y probablemente fueron los mismos tenis por muchos años—.

Afortunadamente esos tiempos pasaron y con ellos vino hacia nosotros un poco de decencia que nos hizo ver que los tenis manchados eran todo excepto bonitos. Sobre todo cuando son blancos, no hay una razón aceptable para que los tenis deban ir manchados o en casos más extremos, verse amarillos debido a la falta de aseo y la exposición prolongada al sol. Como ocurre con cualquier otra prenda, los materiales con los que están hechos los tenis son sensibles a diferentes factores que pueden incluso debilitarlos; de modo que mantenerlos libres de manchas es asegurar una vida más prolongada para el calzado.

En efecto, comprar unos tenis blancos es aceptar un compromiso en el que deberás cumplir con tu parte para evitar un desastre y no sólo eso; al mantenerlos limpios podrás preocuparte menos por invertir de nuevo en otro par de tenis ¿Pero si son tan frágiles, cómo hay que limpiarlos para asegurarles una vida prolongada?

1. Si acabas de comprar un par de tenis nuevo, estás a tiempo de prevenir una calamidad; así que incluso antes de que pongas esos zapatos en tus pies, ve por una pomada o spray —en caso de que tus tenis sean de tela— para protegerlos del agua y las manchas. Repite este proceso al menos cada dos semanas.

2. Cuando usas tus sneakers todos los días, no dudes en quitar cuanto antes las manchas que vayan apareciendo. Puede parecer algo obsesivo, pero si no las retiras, éstas pueden penetrar la piel o el tejido de tus tenis haciendo que las manchas se vuelvan «inmortales».

3. Si no encontraste el repelente de manchas, es necesario que encuentres mejores alternativas para mantener tus tenis limpios. Para quienes no quieren gastar mucho, pueden optar por remedios caseros que no resultan nada agresivos a la hora de limpiar unos sneakers de piel. El más común de ellos es la pasta de dientes; sí, la misma que utilizas en tu boca también te ofrece zapatos más blancos en cuestión de minutos, sólo tienes que poner un poco de pasta sobre la mancha y dejar que actúe por diez minutos, luego talla suavemente con un cepillo viejo y retira la espuma con agua.

4. Ni siquiera pienses en meter tus tenis a la lavadora si estos son de tela. Los movimientos bruscos y los cambios de temperatura pueden hacer que el pegamento de tus tenis se debilite y aunque quedarán sin manchas, probablemente su tiempo de vida sea mucho más corto.

5. Ya sean de piel o de tela, los tenis nunca se secan al sol. Aunque muchos de los materiales con los que están fabricados son resistentes a los rayos UV, las suelas de goma tienden a hacerse amarillentas con la luz del son, por ello es mejor que los dejes secar a la sombra. Puede tomar mucho más tiempo, pero los resultados serán excelentes.

6. No los guardes con el resto de tus zapatos. Quizá sea una medida desesperada; pero cuando se trata de lograr blancura, nada es suficiente y el polvo es uno de los mayores enemigos para lograr este propósito, pues puede afectar terriblemente la apariencia de tus tenis. Así que antes de usarlos límpialos con un trapo o toalla limpia para quitar cualquier residuo de suciedad.

7. La suciedad y las manchas amarillas empiezan desde las zonas que menos imaginas. Las agujetas y las suelas a menudo guardan más suciedad de la que deberían, esto provoca que se percudan y comiencen a manchar el resto del zapato; por ello debes lavarlas o cambiarlas —en el caso de las agujetas— con la misma frecuencia que limpias tus tenis.

Con el cuidado adecuado, tus tenis blancos lucirán tan blancos como la primera vez que los sacaste de la caja y no sólo eso, también podrás dejar de lado la idea de que unos tenis con manchas son lo mejor que existe, pues apenas veas en tus pies ese blanco brillante sabrás que ya has aprendido una gran lección.