En ocasiones los taxistas nuevos se asustan y ya no vuelven a pasar por la zona; los antiguos no la vuelven a ver
SAÚL CARDOZO/ BOLINFO/ TARIJA
(elPeriódico- Mayo 14/ 2018) Historias de fantasmas hay muchas. Todos conocemos más de una, incluso a alguien le paso algo similar a lo que le paso a Vicente Palenque, un taxista oriundo de Cochabamba que vive en Tarija desde hace 40 años.
Ahora bien, lejos de creer o no las supuestas apariciones fantasmales, lo que se esconde detrás de estos relatos es casi siempre, una historia triste; la fantasma del Cementerio General de Tarija, tiene ese componente melancólico que tanto nos gusta.
Nuestro entrevistado, comienza a contar que varios taxistas le llaman “Rosa”, una joven de aproximadamente 17 años de edad, de rostro delicado, rubia y de ojos negros, “al verla, uno dice que es una mujer muy linda”.
Lo que se conoce de Rosa, es que ella un día salió a bailar a una fiesta con su enamorado, ahí tuvieron una discusión, Rosa decidió terminar su relación con el joven y partió hacia su casa.
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“Aparentemente él se ofreció a llevarla en su movilidad, pero la joven no quería estar ni un minuto más con el joven, así que simplemente, empezó a caminar. No le importaba que fuera invierno, que hiciera frío, ella sólo deseaba volver a su casa lo más antes posible; pero, la verdad es que no llegó nunca y de ahí nace toda la historia”, cuenta Vicente.
Según los relatos, justo cuando caminaba por la calle principal que colinda con el Cementerio un auto la atropelló brutalmente, después, el conductor se fugó sin atender Rosa, sin preocuparse por si estaba viva o por si necesitaba ayuda.
“Nunca pudieron dar con él chofer. Rosa fue llevada al hospital, los que la socorrieron pensaron que aún estaba viva, pero lamentablemente su cuerpo ya no tenía vida. Sus padres después de buscarla por varias horas, recibieron la devastadora noticia y fueron a reconocer el cuerpo a la morgue”, contó el taxista.
El impacto fue devastador. Se dice que la enterraron con un vestido muy similar al que llevaba cuando murió, esos que tanto le gustaban a las muchachas de los años 80, un traje blanco de volantes, con zapatos de tacón y unos lazos decorando su bonito cabello.
“Las primeras apariciones, o al menos las que se conoce, acontecieron por el año 1983, se le apareció a un chofer que pasaba por el lugar en estado de ebriedad, quien alarmando por el suceso fue a la Policía y relató lo que le había pasado, en ese entonces fue difícil creerle, porque el sujeto estaba ebrio”, añadió.
El relato del chofer fue que le apareció una joven vestida de blanco quien le hizo parar y pidió que la lleve a su casa, ubicada por la zona del cementerio, “lo que contó es que accedió a llevarla; sin embargo, cuando el trató de hablar con la mujer, justo cuando pasaban por el cementerio la mujer había desaparecido”, apuntó.
Conversando con algunos de los trabajadores más antiguos del Cementerio General, afirmaron haberla visto salir de su tumba y avanzar hasta la puerta de fierro, mirando hacia la calle donde aparentemente había perdido la vida.
“A partir de los años 80 hasta los 90, las apariciones de Rosa fueron constantes a lo largo de toda esta zona. Se convirtió poco a poco en el cuento de los taxistas, como la mujer que pide ser llevada y que desaparece a los poco segundos del interior de los autos, como el humo triste que se desvanece por una ventana abierta”, manifestó, Vicente.
De ahí, que a día de hoy se la conoce como “la muchacha triste” la cual fue conocida por los choferes que viven todas las noches en las calles y los cuales ya no tienen miedo, porque saben que la mujer se encuentra errante en la tierra, porque no sabe cómo perdió la vida en un instante.
“Le quedaba mucho por vivir, ella sabe y extraña mucho, por ello tal vez es que sale a darse una vuelta y además se la ve triste cuando se sube al taxi”, manifestó.(eP)
EL APUNTE
No se supo qué movilidad la atropelló
Según los relatos, en ese momento que sucedió el accidente de tránsito, donde la joven perdió la vida, no se hizo una buena investigación porque la familia de la víctima decidió no hacer problemas porque eran de escasos recursos.
La familia comenzó a buscar a la menor porque ella nunca llegaba tarde y al final pensaron lo peor y encontraron a la misma en la morgue, en primera instancia se sospechaba de su enamorado porque la joven le había terminado en la fiesta y además habían discutido, pero al final no se pudo determinar quién la atropelló