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Cultura Colectiva

Hace menos de un siglo se creía que algunos productos como los refrescos de cola y desinfectantes eran capaces de matar a los espermatozoides y evitar la concepción. Mucho más atrás en el tiempo, hace dos milenios, los antiguos egipcios utilizaban pedazos de algodón y los insertaban en lo profundo de la vagina antes de tener sexo. En casos más extremos, se preparaba un combinado de excremento de cocodrilo con especias y miel que se untaba dentro y fuera del útero para proteger a las mujeres de quedar embarazadas.

En la actualidad, el condón es el método anticonceptivo por antonomasia. No sólo protege de embarazos no deseados, también disminuye notablemente el riesgo de contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual. Su uso es forzoso en cada encuentro y puede conseguirse casi en cualquier sitio. La distinción de sexo al portar condones es un tabú que pertenece al pasado y no tiene cabida en la sociedad actual, de la misma forma que sin importar el sexo biológico, es una obligación personal procurar la salud sexual y reproductiva.

En México, el inicio de la vida sexual ocurre en promedio entre los 15 y los 19 años. A pesar de que la educación es una constante, pues el 80 % de los adolescentes conoce al menos dos métodos anticonceptivos, en la realidad el 45 % de ellos no utilizó ninguno durante su primer encuentro sexual. Si utilizas pastillas, condón femenino o un anticonceptivo hormonal de larga duración, sabrás que lo mejor es estar protegida y tener el control de tu vida en tus manos, pero no es así con todos los métodos para prevenir el embarazo. Descubre cuáles son los peores métodos según su efectividad y evita utilizarlos en solitario:

Ogino-Kaus

Más que un método anticonceptivo, se trata de un conocimiento primario que cada mujer y hombre debe saber sobre la sexualidad femenina: el ciclo menstrual promedio dura alrededor de 28 días, contando el primero como el inicio de la menstruación y el último como el día anterior a la misma. A través de un registro periódico de la duración del ciclo, se calcula el promedio de días y se parte de la premisa de evitar tener sexo los días más cercanos a la ovulación, entre el 8 y el 19. Los demás, antes y después del periodo más fértil se corre un riesgo menor a embarazarse.

Utilizar este método sin combinarlo con uno de barrera no es recomendable, puesto que la ovulación puede adelantarse o retardarse, abriendo la posibilidad de fecundación durante el tiempo de vida del óvulo y los espermatozoides. Su efectividad es menor al 85%.

Sexo interrumpido

Un mecanismo simple pero vulnerable y poco recomendado es el sexo interrumpido. Siguiendo la lógica, cualquier individuo creería que mientras la eyaculación no se produzca dentro de la vagina, las posibilidades de quedar embarazada disminuyen.

Lo anterior es cierto; sin embargo, para la ciencia médica ni siquiera está reconocido como un método anticonceptivo por las cifras tan dispares que arrojan los estudios debido a la cantidad de factores que intervienen en su éxito o fracaso: el autocontrol masculino para evitar eyacular dentro, el líquido preeyaculatorio —que se presenta con más frecuencia mientras mayor es la excitación— o el día del ciclo menstrual femenino.


Billings

Es un método que requiere de autoconocimiento total del organismo y mucha dedicación para tener éxito. Se basa en el monitoreo de la fertilidad a través de la inspección permanente de la vulva, con especial atención en las características de los fluidos vaginales que se presentan durante el periodo de ovulación.

Debido a la dificultad del seguimiento adecuado de los datos y la apariencia del moco cervical, se trata de un método poco recomendado que, sin embargo, es aceptado entre un amplio grupo de credos que se declaran en contra de la planificación familiar y el uso de anticonceptivos artificiales para evitarlo.


Pastilla del día siguiente

El método que más daño hace al cuerpo es el de la pastilla de emergencia. Se trata de un coctel hormonal administrado en una o dos tabletas que se debe tomar dentro de las 48 horas siguientes de una relación no protegida. Al igual que las pastillas anticonceptivas, contiene una sustancia activa conocida como levonorgestrel, pero en una dosis mucho más alta.

La pastilla funciona aumentando la viscosidad del moco cervical para frenar el avance de los espermatozoides o bien, evitando la salida de los óvulos del ovario. Los efectos secundarios del aluvión de hormonas para el cuerpo crean un desequilibrio en el organismo y sólo debe utilizarse ante emergencias, menos de dos ocasiones al año.


No existe un método que por sus cualidades sea mejor que los demás. Cada uno tiene sus pros y contras, sólo evaluando tu situación personal en todos los sentidos y platicando con tu médico es posible elegir el adecuado para cada persona.