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Los germanos conquistaron su tercer Mundial tras derrotar a Argentina en la final con un polémico gol de penal, el torneo destacó por un fútbol muy defensivo y mediocre y pasó a la historia como el más aburrido
ANDRÉS TÓRREZ TÓRREZ

Argentina y Alemania se volvieron a enfrentarse cuatro años después en otra final de la Copa del Mundo, eran los mismos, pero distintos en Argentina, 5 de los campeones de 1986 sufrieron el infortunio de las lesiones durante el desarrollo del Mundial: Maradona, Burruchaga, Ruggery, Giusti y Pumpido, Héctor Enrique, Brown y Valdano no llegaron por muy poco, Bilardo confió en ellos hasta el último momento. No pudo ser. Lo cierto es que cuando  Codesal  pitó el final de la  Copa de 1990, en la cancha quedaba uno solo de los campeones de 1986, Diego Armando Maradona.

El camino que transitó Alemania desde México a Italia fue muy diferente. Entre 1986 y 1990, le aparecieron a Beckenbauer una camada de excelentes futbolistas, como Drasler, Reuter, Klinsmann Thon y los 2 centrales Kholer y Buswald. Para el técnico  fue muy fácil acoplarlos a la columna vertebral del equipo que desde años atrás formaban Berthold, Mathaus, Littbarslki y  Müller.

Ninguno de los 2 llegó a la definición en plenitud, Camerún sorprendió a los argentinos y al mundo ganándoles el partido inaugural, y a partir de ese momento, cada rival se convirtió en una piedra en el camino. Un triunfo sobre la Unión Soviética y el empate ante Rumania posibilitaron la llegada a los octavos de final. Allí eliminó a Brasil en un partido atípico, “era un cruce mortal”, según la pintoresca definición de Carlos Bilardo, pero Argentina tuvo la suerte de que Brasil desperdiciara todas las oportunidades de gol que se le presentaron y Argentina convirtiera en la única que tuvo. En las rondas siguientes apareció Goycochea y los albicelestes dejaron afuera a Yugoslavia e Italia por penales.

Italia era el candidato de todos. A esa semifinal había llegado invicto y sin goles en contra. Caniggia le convirtió el primero. Fue suficiente para ir primero al alargue y luego a los penales. Goycochea atajó los que patearon Donadoni y Serena y llevó a su equipo a la final.

Alemania había comenzado aplastando rivales Yugoslavia, los Emiratos Árabes Unidos… Después marcó una clara superioridad  sobre Holanda, sacando de carrera a un gran candidato. Ese fue quizás el mejor partido de la Copa, pero pareció que Alemania había quemado todas sus fuerzas, porque después venció con demasiado esfuerzo a Checoslovaquia y en semifinales tuvo también que definir por penales ante Inglaterra.

El partido final fue una lucha entre 2 equipos desiguales. Lesiones y suspensiones hicieron que Argentina se presentara muy disminuida, Alemania lo aprovechó para dominar terreno y juego, para controlar la pelota, sin perderle nunca el respeto al rival que tenía enfrente. Y tanto lo  respetó que terminó ganándole recién en los últimos 5 minutos, con un dudoso penal muy discutible -Goycochea esta vez pudo con Brehme- y cuando la Argentina hacía un rato largo jugaba con 2  hombres menos por expulsión (Dezotti y Monzón).

Así llegó a su consagración Alemania Federal, después de 2 sucesivas frustraciones en las finales de España 1982 al perder ante Italia de Paolo Rossi por 3 a 1 y frente a la Argentina de Diego Maradona en México 1986 por 3 a 2, la tercera fue la vencida para Alemania. Una consagración sin brillo –si se quiere-  pero absolutamente justa que además les permitió el tricampeonato, igualando a Brasil e Italia como máximos ganadores de la Copa del Mundo.