Los menores de edad suelen acomodarse en sitios concurridos para solicitar una moneda a las personas que transitan, mientras la Defensoría niega esta situación
SHIRLEY ESCALANTE/BOLINFO/TARIJA
(elPeriódico – enero 09/2018) Cada vez es mayor el número de personas que pide caridad en las calles, pero lo más preocupante es la cantidad de niños que mendigan en las vías de la ciudad.
Esta situación puede verse incluso en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad como es la Casa Dorada, donde puede verse a mujeres con niños en el piso pidiendo a los circulantes una colaboración económica.
Realizando un recorrido dentro del Casco Viejo de la ciudad de Tarija, se encuentra a mujeres en la mayoría de los casos de avanzada edad con menores de edad que no superan los 10 años, que se instalan en las esquinas para realizar tareas de mendicidad, pese a estar prohibidas.
Defensoría de la Niñez
La trabajadora social de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, Ruth Totola, aceptó que por las fiestas de fin de año la llegada de las familias migrantes incrementó, por lo que a falta de condiciones en sus regiones llegan de forma masiva a la ciudad de Tarija.
“Las familias vienen migrando desde Potosí y Oruro, pero con el propósito de fortalecer la protección infantil de niños que llegan de otros lugares, se ha elaborado un plan de intervención interinstitucional”, dijo Totola.
Refirió que este plan inició hace un par de meses atrás, el que consistió en enviar cartas a las autoridades de los departamentos de Potosí y Oruro, solicitando que ejerzan mayor control, en las trancas para descartar que los menores ingresan sin documentación.
“El objetivo de solicitar sus documentos es que a la hora de llevarlos a un centro de salud cuenten con el respaldo que acredite su identidad, además de constatar que el adulto que los acompaña tenga un parentesco con ellos”, enfatizó la trabajadora social.
Mientras las familias migrantes estén en Tarija, realizan una serie de visitas médicas en coordinación con personal del programa Salud Familiar Comunitario Intercultural (Safci), que se encuentra en el departamento.
“Cuando identificamos a un niño y no tenemos la certeza de que sea la mamá, se solicita el acompañamiento de la persona que está con él hasta el Servicio General de Identificación Personal (Sereci), para que nos brinden la libreta del certificado de nacimiento”, dijo Totola.
Totola afirmó que realizan “constantes recorridos” recomendando a las madres o apoderadas que no conduzcan a los menores a tareas de mendicidad que atenten a su dignidad, e incluso que van en contra de su seguridad.
“Hemos podido observar que los niños se aproximan a los autos a pedir limosnas, y en caso de reincidencia, se toma acciones legales inmediatas”, dijo Totola.
De acuerdo a versión de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, los niños no realizan labores de mendicidad, es decir no se apersonan a los vehículos a pedir; sin embargo, otra es la situación que se observa en la calles.
Si bien no están parados en un punto específico, los niños son enviados por sus padres a que se apersonen a cajeros automáticos, donde los ciudadanos retiran dinero para pedirles “caridad”, lo que mella la dignidad de los infantes.
“No se ha encontrado a los niños mendigando, aunque sí lo hace el papá, pero no está yendo el menor a pedir a los autos, pero en caso de que se los encuentre, se llevarán adelante acciones inmediatas, como ser la medida de protección inmediata”, aseguró la funcionaria.
Defensor del Pueblo cuestiona
La representante de la oficina del Defensor del Pueblo de Tarija, Carola Romero Pacello, aseveró que la situación de las familias migrantes es preocupante, porque llevan con ellas a sus hijos que en su mayoría, son recién nacidos, sin tener las condiciones básicas de salubridad.
“Hemos interpelado por la llegada de las familias migrantes al Sedeges y a la Defensoría de la Niñez desde el principio de la etapa, cuando llegan estas personas y nos dijeron que existían acuerdos en beneficio de ellos”, criticó Romero.
La delegada refirió que no existe un resultado favorable para brindar protección a las familias migrantes, excusándose que las políticas públicas no dieron ningún resultado.
“Se ha verificado junto a la Defensoría de la Niñez el estado de las familias migrantes, además del lugar donde se estarían quedando, pero todo quedó en ello y en total silencio”, lamentó la delegada del Defensor del Pueblo.
La oficina del Defensor del Pueblo solicitará un informe a la Gobernación y a la Alcaldía para conocer las políticas que aplicaron para evitar la migración, enfatizando que desde su punto de vista, las mismas, si las hubo, fracasaron.
“Nuevamente el centro de la ciudad se ha constituido como el blanco de esta situación, en tal sentido, exhortamos a la Defensoría a que mínimamente pueda comprobar el parentesco de estas familias”, refirió Romero. (eP).
La nota
Migración, reflejo de la pobreza
En lo que conciernen a la reducción de la pobreza, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la tasa en América Latina en 2013 fue de un 28,1% de la población, en tanto que la indigencia extrema, alcanzó el 11,7%, lo que en términos reales representa cerca de 165 millones de personas en situación de pobreza, de las cuales 69 millones viven en la extrema pobreza.
En lo que corresponde a Bolivia, el panorama social mostró avances importantes a partir de 2006, aspecto que es respaldado por diferentes organismos internacionales, entre ellos el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este último en una de sus publicaciones destaca los importantes avances en la reducción de la pobreza y en particular de la extrema pobreza, reduciéndose de manera continua desde el año 2000 y de manera más acelerada a partir de 2006.
El organismo internacional destaca que a nivel nacional la pobreza moderada, medida a través de la línea de pobreza absoluta, se redujo de 66% a 39%, y la pobreza extrema, clasificada según la metodología utilizada por el Banco Mundial, de 40% a 38% en el periodo 2000-2005, y de 38% a 18,8% entre 2006 y 2013.
Apunte
Niños sin cuidado en el Parque los Changuitos
El parque de Los Changuitos, se ha convertido en un lugar donde claramente se puede observar cómo se encuentran las familias migrantes, fuera de ello, como los niños más grandes deben colaborar en el cuidado de los más pequeños.
En una visita al lugar, pudo ver se a un niño de aproximadamente 10 años de edad, quien cargaba en su espalda a un bebé de cerca los 6 meses, mientras que la madre, junto a sus demás hijos se dirigían hasta el río Guadalquivir para lavar sus prendas.
Pero esto no es todo, sino que existen mujeres de aproximadamente 22 años con bebés recién nacidos que los dejan en el parque durmiendo, mientras ellas se dirigen a vender golosinas a los alrededores.
Pudo constatarse que las familias mencionadas duermen en la antigua terminal de buses Agustín Morales, en parques y existen otras que alquilan habitaciones en alojamientos económicos.
Los datos
La Defensoría de la Niñez asegura contar con un plan estratégico.
La Alcaldía no cuenta con una cuantificación de las personas que viven en las calles.