Cultura Colectiva
Si hay una frase mítica en el mundo de la moda que se haya dado de la manera más fortuita y en el contexto menos esperado, es aquella que reza, durante la tercera temporada de American Horror Story: “On wednesday we wear black”. En una suerte de parodia teenager,con la profundidad de una reflexión contemporánea hacia las brujas y haciéndose de un aire estilo Mean Girls, la serie subtitulada Coven y portagonizada por Jessica Lange, Sarah Paulson y Emma Roberts, logra que la aparición del guardarropa totalmente negro sea un halago que para algunos significa la vida diaria. El estilo constante; no sólo en miércoles.
Para aquellos que amamos vestir de negro, seguro es que ya no sorprenden ciertas reglas o cuidados de este color sobre nuestras prendas; pero nunca está de más recopilar toda la información posible y hacer un proofchecking para saber si algo se no está escapando. Nunca son demasiadas las cautelas cuando hablamos de nuestro color favorito. Y que el resto diga lo que quiera; que «el negro es para personas inseguras», que «es poco creativo», que «no es un color» (¡JA!), que es una respuesta fácil, que tiene poca originalidad o que sólo los pretenciosos le usamos. No importa. El negro es siempre la mejor de las opciones.
Sólo necesitas consentirlo y darle lo que necesita. No cometer los errores que sólo cometería un novice.
Por ejemplo, pasar por alto que su periodicidad de lavado o incluso de vida no es igual al resto del de las demás prendas. No puedes botarlo en la lavadora o llevarlo a la tintorería cada que se antoje, y tampoco puedes esperar que su color se mantenga intacto por años.
Tampoco debes desechar aquellas piezas que ya tengan marcas blanquesinas o bordes pardos sólo porque ya no cuentan con un negro absoluto. Eso es en extremo rookie. Evalúa cada caso; recuerda que el paso del tiempo en ocasiones suma interés.
Si vas a usar un total black, otra grave equivocación es no mezclar diferentes texturas o tonalidades y no añadir algún elemento que sea extraordinario en tu monocromía.
No mezclar estilos es un error. ¿Qué ocurriría un día si mezclas todo ese minimalismo que te encanta del negro con un poco de barroco, punk, biker o boyish? Perfección. Entonces, hazlo.
Limitar su uso a eventos estrictamente formales. ¿Qué pasa? ¿Nadie recuerda a Oscar Wilde? Nunca se está demasiado bien vestido ni demasiado bien educado.
Usar algo negro arriba y algo claro abajo. Fail. La peor estructura que le puedes dar a tu cuerpo.
Pensar que puedes limpiar una mancha sobre el negro con un paño húmedo o, peor, de colores claros.
Desechar esa maravillosa biker negra que lleva años acompañándote; a menos que no sea de piel genuina, jamás debes tirarla a la basura. Esos descarapelados en las mangas o arrugas de movimiento son muestra de identidad, no de malgasto.
No lavar de manera separada y utilizar los artículos equivocados. Ya hay shampoo para ropa ropa negra. Desde los ochenta.
Pensar que nunca se te va a ensuciar lo que llevas puesto.
No arriesgarte a cosas que el color sugiere por sí solo. Siempre es muy triste ver a alguien que no aprovecha el misterio o la fiereza que carga el negro; deja que tu imaginación vuele e incluso modifica algunas prendas a lo que mejor te acomode.
De luto eterno o sofisticación extrema, cada quién sabe el porqué de su elección y debilidad ante el negro.