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Aniceto Arce Ruiz (Tarija; 17 de abril de 1824 – Sucre; 14 de agosto de 1906) fue un abogado, empresario y político boliviano. Ocupó la presidencia de su país del 15 de agosto de 1888 al 11 de agosto de 1892. Arce nació en la ciudad de Tarija, en la casa de la señora Rosaura Arce vda. de Trigo. Apenas nacido, fue llevado a la propiedad de sus padres en la comunidad de Charaja, provincia Avilés, y posteriormente  a Padcaya, capital de la provincia Arce. De modesta familia, fue hijo de Diego de Arce y Francisca Ruiz de Mendoza. Cursó estudios de secundaria en el Colegio Junín de Sucre y  la carrera de Derecho en la Universidad de San Francisco Xavier. Muy joven recorrió el país. En 1850, a sus 26 años fue elegido diputado y durante el gobierno de  José María Linares en enero de 1857 fue nombrado rector del Colegio Pichincha de Potosí. Un año antes, en 1856 había iniciado sus trabajos en las minas de plata de Huanchaca que lo convertirían en el primer millonario del país.

Perseguido por Belzu, se exilió en Copiapó, Chile,  donde se interesó por el trabajo de la  mineía. Alcanzado el  poder por  Linares, en enero de 1857, fue nombrado rector del Colegio Pichincha de Potosí. Un año antes había iniciado sus trabajos en las minas de plata de Huanchaca que lo convertirían en el primer millonario del país. Durante el gobierno del General Achá fue ministro de Bolivia en Argentina y Paraguay (1863). Durante la Guerra del Pacífico, convencido del adverso resultado para el país, encabezó el partido pacifista. Su posición era que el Litoral era por varias razones indefendible. Así, el país debería reducir sus pérdidas y buscar una alianza con Chile. Participó desde el Congreso para derrocar a Hilarión Daza y tuvo un rol fundamental en la redacción de la nueva Constitución del país, aceptando ser vicepresidente de Narciso Campero en el crucial período de construcción de nación 1880-1884. Sus divergencias en la resolución del conflicto bélico con Chile, conducen a su destierro de Bolivia en 1881, instalándose en París. Finalmente, Arce es absuelto y se le permite regresar al país en 1883. Inmediatamente, interviene de nuevo en la política al frente del Partido Constitucional, que se transformó en Partido Conservador al fusionarse con el Democrático que proponía la primacía de la ley, elecciones periódicas y un régimen a favor de las élites empresariales. En 1885 fue nombrado ministro en Chile y en 1886, ministro en España y Francia.

 

El 15 de agosto de 1888 fue elegido Presidente para el periodo 1888-1892. Terminado éste se retiró a la vida privada y a sus negocios. Sufrió una persecución política por parte del Partido Liberal hasta que vuelve a la política activa en 1904 para competir como candidato a la primera magistratura con Ismael Montes. Murió dos años después. Combatido constantemente por los liberales, su mandato se caracterizó por un gobierno fuerte y constructivo.  Uno de sus primeros actos fue restablecer la disciplina en el Ejército, alejando de los cuarteles a las “rabonas”, elemento perturbador que habían tomado parte en motines pasados y dio fin con los militares de alta graduación afiliados a la Masonería.

 

Comprendió que lo esencial era vincular las diversas regiones y comunicar el país con el exterior. De este modo hizo construir carreteras entre Sucre y Potosí, Sucre y Cochabamba y Oruro, y Cochabamba al Beni y, sobre todo.  La acción de su gobierno se centró en la construcción de vías de comunicación, especialmente la continuación de la vía férrea desde la frontera con Chile hasta Oruro, obra combatida por la oposición, argumentando que el ferrocarril sería utilizado por los chilenos para invadir Bolivia. El 15 de mayo de 1882, cuando la obra estuvo terminada, exclamó: «Ahora ya podéis matarme».

 

Su proyecto de llevar el ferrocarril a La Paz y Sucre no se realizó, en parte, por oposición interna. Además de otras diversas obras públicas, creó el Colegio Militar, llevó a cabo la electrificación de algunas ciudades y promulgó modernas leyes bancarias y de inversión. En política exterior, Arce trató, sin éxito, de que le fuera devuelta a Bolivia la franja de litoral arrebatada por Chile o que se cediera los territorios de Tacna y Arica. Es recordado por su carácter enérgico y su firme postura en favor de un orden civil y democrático, esto le valió el apodo de “El Boliviano de hierro” y por haber sentado las bases para el funcionamiento de un sistema de partidos políticos modernos en el país.  Juan Misael Saracho Duran, fue otro destacado ciudadano que nació en el Cantón Abra de la Cruz de esa provincia y también Froilán Tejerina, nacido en la comunidad de Guayavillas notable combatiente padcayeño en la Guerra del Chaco.