Cada día que pasa es peor, ya no sólo sucede en el centro de la ciudad, sino también en zonas antes consideradas intermedias es imposible conseguir un espacio, de hecho que tenemos una sobre saturación de vehículos pero la disponibilidad de parqueos es mínima y se siente cada vez más, es cierto que la demanda crece a pasos gigantescos pero la oferta como que se estancó.
Tarija es una ciudad saturada de vehículos por doquier, que no tienen donde estacionarse, que siguen transitando y generando contaminación ambiental, calórica y auditiva, en las calles donde si se puede parquear todo esta lleno, no cabe ni un alfiler y se puede pasar mucho tiempo dando vueltas y vueltas hasta que se abra uno o hay que ir bastante lejos de nuestro destino para encontrarlo.
El municipio habilitó estacionamientos públicos que ayudan pero son insuficientes, el haber impedido en algunas arterias el parqueo y en otras por el ensanchamiento de las aceras, se le ha hecho un gran favor a este problema que sigue creciendo. Aparentemente no hay solución a la vista, tal vez impedir el ingreso de motorizados según su placa de control, tal vez que nos acostumbremos a llegar a pie usando el transporte público, tema aparte y de otro debate, o tal vez usar bicicletas, aunque no vemos dónde podrían estacionarse miles de bicicletas porque tampoco para eso estamos preparados, claro que sería menor problema que el que analizamos ahora.
Tampoco se ha incentivado a los propietarios de terrenos que podrían habilitarse como estacionamientos privados, pagados, como en cualquier lugar del mundo, pero ya serían una alternativa más que interesante, necesaria. Queda mucho por hacer porque poco se ha hecho, si se han sabido de buenas intenciones, sólo eso.