Noticias El Periódico Tarija

La habilidad política obliga a buscar a quien lleva «la billetera» y eso nos revela el pragmatismo político en el que los medios importan más que el fin.  El Chaco, con su carácter, con su personalidad, con sus liderazgos cambiantes y metamorfoseados, supo consolidar su 45% a punta de reclamos, medidas y movilizaciones, algo más que importante para esa región que vive un presente distinto no marcado por esa cifra sino por inversiones gigantescas que llegan del Estado como políticas nacionales.

Pero hoy otras regiones que quieren equilibrar la balanza pretendiendo el mismo porcentaje en caso de ser productoras de hidrocarburos, además quieren que cada quien reciba regalías sólo de lo que se produce en su territorio, no como sucede que el Gran Chaco se lleva el 45% de todo, sin importar que sea lo que se extrae y explota fuera de su territorio. Mientras que allá, se aferran a que las normas no cambien y así seguir recibiendo beneficios de lo que no se produce en el mismo Chaco.

Cuanto nos costó a los tarijeños lograr ese 11% de regalías hidrocarburiferas por la explotación de nuestros hidrocarburos, fue una lucha acompañada por otros hermanos departamentos que también jugaron su granito de arena para conseguir este justo reconocimiento. Al 11% de regalías  se consiguió el 4% del Impuesto Directo a los Hidrocarburos, porcentaje con especial destino. Más allá de eso, las regiones estuvieron gozando de los logros y números  crecientes en buena época y nadie miraba de donde venía el dinero… solo que llegaba, hoy la situación es distinta porque el contexto internacional nos marca otra dinámica que obliga a planificar de distinta manera. Resulta que el 11% ya no alcanza y menos el 4%, por eso los municipios prefieren una relación directa con el Gobierno Nacional que con el Departamental, la ecuación es sencilla pues ya en Tarija no hay la plata de antes.

Es tiempo de reposicionar al Departamento en el contexto nacional por lo menos en materia hidrocarburífera y darle una dinámica pro activa en vez de la cómoda posición reactiva que asumimos desde hace años atrás.