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El presidente Evo Morales denunció el lunes en la Conferencia sobre Océanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) la injusta «invasión» que privó a Bolivia de un acceso soberano al mar y el perjuicio económico que sufre el país a consecuencia de los paros aduaneros en Chile.
«Bolivia es un país que ha sido privado del acceso al mar, por una invasión injusta» mencionó ante los asistentes, y aseveró que resultado de esa acción ahora el país debe pagar 23,2 % más para llevar a puertos sus exportaciones.
Refirió que ante esa situación el país andino amazónico acudió a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, tomando en cuenta que Bolivia en 1825 nació a la vida independiente con más de 400 kilómetros de costa.
Morales informó que desde 2015 se registraron ocho paros en frontera con la consiguiente paralización de actividades por 34 días, que generó una pérdida para Bolivia de 206 millones de dólares.
«El país sufre constantes interrupciones por paros, huelgas y sobre todo porque nuestro acceso se convirtió en negocio rentable para las empresas privadas que se benefician del monopolio de los puertos», mencionó.
El jefe de Estado abogó en esa conferencia por el acceso al mar real y soberano de los 32 países sin litoral, por lo que pidió «trascender más allá de los discursos» y generar un nuevo entendimiento para cambiar las condiciones de vida de esos pueblos.
«Puede cambiar vidas sobre todo de los más pobres y vulnerables, Bolivia destaca el compromiso de esta conferencia para reconocer y asumir nuevos desafíos», indicó.
Aseguró que es un derecho humano el acceso al mar sin restricciones para la libre navegación y el disfrute de los productos marinos, pero también para aquellos países que por su ubicación geográfica no gozan del beneficio que significa acceder a los océanos.
«Recuperemos el mar para los pueblos», enfatizó.