ERBOL
Dos estudiantes de 17 y 24 años fallecieron este miércoles por impactos de bala durante dos protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro y que fueron convocadas por la oposición en distintos estados de Venezuela.
La madre de uno de los jóvenes, identificado como Carlos José Moreno, confirmó al periodista del diario Tal Cual Víctor Amaya de la muerte en Caracas de su hijo, un estudiante de primer año de Economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV). «Mi muchacho no aguantó, mí muchacho se murió y yo lo quería graduado», afirmó Ana Moreno.
Más tarde, en otra protesta en San Cristóbal, en el occidental estado Táchira, distintos medios confirmaron el fallecimiento de otra joven de 24 años identificada como Paola Ramírez, quien también recibió un disparo. La agencia Reuters cita a familiares y testigos del incidente que aseguran que la estudiante fue herida por seguidores del oficialismo.
«Él ingresó con signos vitales»
Tras ser herido, Carlos José Moreno fue trasladado al Hospital de Clínicas Caracas. Allí fue operado por una herida de bala en la cabeza.
El presidente del Hospital de Clínicas Caracas, Amadeo Leiva, dijo a la agencia que la bala impactó en el cerebro del joven. «Él ingresó con signos vitales, pasó a pabellón, pero esas heridas de bala tienen alta estadística de mortalidad», dijo el médico pediatra.
Imágenes divulgadas en la red social Twitter mostraban al joven, identificado como Carlos José Moreno, tirado en el suelo y con un charco de sangre rodeando su cabeza.
La Fiscalía informó en un boletín que iniciaría una investigación.
Las manifestaciones arreciaron tras una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia a finales de marzo con la que despojaba de sus funciones a los diputados de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora. La medida fue revertida horas después.
Sin embargo, la crisis económica y política acrecenta el descontento. Los venezolanos viven a diario con una escasez de productos tan básicos como la leche, el pollo, la carne, medicinas de todo tipo y, además, intentan estirar sus sueldos en medio de una inflación que el Fondo Monetario Internacional estima en 720.5% para 2017.