Ahora, por ejemplo, cuando la billetera ha comenzado a mermar, resultado de los bajos precios del gas y los metales, y que el trato privilegiado que gozaba con los vecinos al momento de vender el gas, ha cambiado debido a que el populismo en Sudamérica está en decadencia, el pachamamista casi fanático; ese que señalaba con el dedo a los gobernantes de los países que priorizaban la economía por sobre la naturaleza y la cultura; el que hablaba como si tuviese una autoridad moral superior al resto por él ser también un (dizque) indígena; ese que había sido el espíritu de una constitución que busca el respeto y la armonía con la naturaleza, el mismo pero ya sin máscara, es el primero en violar y desmerecer los artículos constitucionales que buscan proteger a la naturaleza.
En Tariquia, como en todas las Áreas Protegidas del país, las actividades hidrocarburíferas, así como todas las actividades que pudieran afectar a la calidad del medio ambiente, deberían mantenerse fuera. Sin embargo, a pesar de gozar de un nivel de protección con estatus de Reserva Nacional; de la cantidad de servicios ambientales que brinda, como la riquísima biodiversidad que alberga; la producción de oxígeno y la absorción de dióxido de carbono; y la producción y purificación de agua entre otros, esta Área Protegida está a punto de dar el primer paso hacia la explotación sistemática de sus recursos naturales y, consecuentemente, su segura destrucción.
Al parecer, ¡finalmente se sacaron la máscara! Y no lo digo yo, sino una laaaaarga lista de artículos de diferentes normas violadas que lo prueban. Podemos comenzar con la mismísima CPE, en su Artículo 33, donde se establece textualmente…
«Las personas tienen derecho a un medio ambiente saludable, protegido y equilibrado. El ejercicio de este derecho debe permitir a los individuos y colectividades de las presentes y futuras generaciones, además de otros seres vivos, desarrollarse de manera normal y permanente.»
¿De qué colectividades y futuras generaciones podemos hablar, si estás actividades destruirán nuestros pulmones? ¿De qué respeto a los otros seres vivos hablamos, si les pondrán una dinamita a cada uno de ellos y, con sus caminos y mal ejemplo, propiciarán el ingreso de aserraderos, cazadores y traficantes de animales, entre otros? ¿De qué salud, protección y equilibrio podemos hablar, si parte del agua que tomamos, no solo dentro de la Reserva de Tariquia, sino incluso en la ciudad de Tarija, es producida en Tariquia y transportada a Tarija mediante las nubes y vientos prevalentes que cruzan el valle central, del sureste hacia el noroeste, y traen humedad en el aire? En resumen, ¿cómo nos desarrollaremos de manera normal y permanente si, venga de la toma de agua de la Victoria, de la de Tipas, del mismo Río Guadalquivir, o de donde fuere en el Valle Central, buena parte del agua del Valle Central es producida en Tariquia, actualmente en grave riesgo de ser destruida?
Además, no solo pretenden ingresar a Tariquia y llevar a cabo las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos, destruyendo en unos años, lo que a la naturaleza le demoró miles de años de propagación de su flora, migración y evolución de su fauna y equilibrio, y violentando la CPE, que tanto le refregaron al planeta entero por ser una constitución que, entre otros, tenía un alto componente de respeto a la naturaleza, ¡sino que lo harán como lo haría, nada más ni nada menos, un vendedor de espejitos! ¡Con fraude! ¡Engañando a todos!
El engaño como política
En realidad, uno no se explica como el ultra-pachamamista del brazo del tarijeño Sanchez, de un plumazo, promulgan el Decreto Supremo 2366 que, en sí mismo, ya es una violación a la CPE y a la Ley 026, del Régimen Electoral porque, si cumpliesen con estas normas, antes de mover un dedo, estos fanáticos pachamamistas deberían haber llevado a cabo lo que se conoce como la Consulta Previa, tal cual lo establece el Artículo 343 de la CPE…
«La población tiene derecho a la participación en la gestión ambiental, a ser consultado e informado previamente sobre decisiones que pudieran afectar a la calidad del medio ambiente.»
¡Ellos, por supuesto, tal cual los viboreros de feria, alegarán que cumplieron al pie de la letra con lo estipulado en el artículo anterior porque estuvieron en las comunidades de Tariquia, jugaron fulbito en la canchita de césped sintético que construyeron, challaron la escuelita de dos cuartos que prometieron, se tomaron unos buenos vinos con los dirigentes, se agarraron un buen trasero y hasta tuvieron un poco de chaqui después de la borrachera!
Sin embargo, la Consulta Previa, no consiste en nada de lo anterior, sino en lo estipulado en el Artículo 39 de la Ley 026 del Régimen Electoral…
«La Consulta Previa es un mecanismo constitucional de democracia directa y participativa, convocada por el Estado Plurinacional de forma obligatoria con anterioridad a la toma de decisiones respecto a la realización de proyectos, obras o actividades relativas a la explotación de recursos naturales. La población involucrada participará de forma libre, previa e informada.»
¿Saben lo que quiere decir esto, señores pachamamistas? ¡Básicamente, se trata de un proceso de consulta similar al de un referéndum, y no con vinitos y minitas de por medio, sino mediante un proceso de consulta gestionado y ejecutado por la Corte Nacional Electoral! ¡Este proceso, señor Hyde, tiene que llevarse a cabo aunque la plata ya no le alcance para despilfarrarlo en programas populistas, como «Bolivia Cambia Evo Cumple», o en el sinfín de bonos creados para su beneficio personal!
Pero, ¿saben una cosa? Me he cansado de preguntar a vecinos de la ciudad de Tarija, a campesinos, a instituciones de todo el departamento de Tarija, y en fin, a miles de personas pero la respuesta es siempre la misma: ¡NO FUERON CONSULTADOS!
¡En realidad nadie lo fue! Bueno, nadie a excepción de los dirigentes, que se agarraron una buena borrachera gratis con choleada incluida, y quién sabe si con algún que otro regalillo también para aceitar la consultada. ¡Pero no señores! Eso déjenlo para temas que no requieren seriedad, pero no para un tema que su importancia transciende los límites departamentales y hasta nacionales. Y no estoy exagerando: el agua que Tariquia purifica y produce, no solo llega al Valle Central a través de las nubes y la asistencia de los vientos y las montañas, sino también al vecino país argentino; ¡y el oxígeno que produce esta reserva, seguro que lo respiran en medio planeta!
Y a pesar de que parecen ser los únicos que no entienden, la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquia, es de una importancia fundamental para el vivir bien de, por lo menos, este departamento. O sea, ¡para un medio millón de personas! Si esta razón no es suficiente para hacerles entender algo tan simple, ahí están un ramillete de leyes, tratados internacionales y la CPE, que deberían ayudarles a recobrar la cordura y la seriedad, ¡porque como primer ciudadano de este país y ministro de hidrocarburos, respectivamente, no solo están en la obligación de cumplir con el marco legal boliviano, sino que deberían dar el ejemplo!
De otra manera, de ser un país que ostentaba una CPE que buscaba la armonía y el respeto a la naturaleza, y de contar con un presidente indígena que entendía el funcionamiento general de la pachamama, como lo entendían nuestros ancestros, pasaremos a ser un país más, idéntico a los que tanto se criticó; ¡uno de esos que prioriza los intereses económicos por encima de su patrimonio natural y, para generar economía, destruye todo a su paso!
De tener un presidente indígena que aparentaba tener la autoridad moral para criticar a otros jefes de estado, que no entiendían el valor de la naturaleza y, por lo tanto, la destruían, a ser no solo objeto de crítica, sino de burla y hasta de mal ejemplo! ¡De ser un presidente que inspiraba cierta esperanza y cierto aire de cambio, a ser uno que, por la incoherencia entre lo que dice y hace, sus índices de popularidad caigan tanto, que las causas de su caída serán usadas como casos de estudios sociológicos! De ser un estado que hasta hace poco inspiraba fe, a ser uno que inspira la creación de un video juego, que se desarrolla en un narco estado, donde la ley es la violencia, la corrupción, la mafia, las drogas, la muerte y la violación de los derechos humanos entre algunas de sus desgracias.