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El Tribunal Sexto de Sentencia de La Paz dictó el viernes por la noche 15 años de prisión para el ex prefecto del departamento de Pando, Leopoldo Fernández, principal acusado de la denominada masacre de Porvenir, que se saldó con la muerte de 13 campesinos y normalistas, el 11 de septiembre de 2008.

«Soy inocente», manifestó Fernández a los periodistas al salir de la audiencia, por su parte, los familiares de las víctimas demandaban 30 años de prisión sin derecho a indulto.

Karlo Brito, abogado de Fernández, explicó que su defendido recibió la sentencia de 15 años por el delito de homicidio en autoría mediata y que fue absuelto de las acusaciones de terrorismo, asesinato y lesiones graves.

Mientras la abogada de las víctimas de esa masacre, Mary Carrasco, dijo que está aliviada por la sentencia de 15 años de prisión para el ex prefecto del departamento de Pando y penas menores para otros implicados,  después de ocho años de juicio.

«Nosotros estamos aliviados, estamos en una situación de respiro profundo porque hemos logrado un fallo que es uno de los más importantes que ha habido en este último tiempo en la democracia», refrendó en un contacto con los periodistas.

Fernández, acérrimo opositor al Gobierno del presidente Evo Morales, lleva ocho años con detención preventiva, primero en la cárcel de San Pedro de La Paz y, después, en su domicilio.

El dictamen fue establecido después de más de 1.500 audiencias que ventilaron  las  pruebas, testimonios y acusaciones por los delitos de terrorismo, asesinato, homicidio, asociación delictuosa, lesiones graves y leves.

En el juicio se presentaron 70 testigos, además de sobrevivientes, que relataron la tortura y asesinato de campesinos y normalistas partidarios del presidente Evo Morales, que fueron emboscados y tiroteados por grupos opositores, sin que las fuerzas del orden ni el prefecto de la zona hicieran nada por impedirlo.

De acuerdo con los abogados de los familiares, paramilitares operaron bajo el mando del ex prefecto Fernández.

«El 11 de septiembre del 2008 en la localidad de Porvenir se cometió una masacre», fue la conclusión a la que arribó una comisión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que investigó ese caso meses después de ese hecho de sangre.

Según la Unasur, ese día actuaron grupos organizados por parte de la Prefectura de Pando que respondían a cadenas de mando.