¡Alto al reciclaje!
En el mes de mayo del año pasado 2016, se hizo pública la denuncia de que dentro del vertedero Municipal de Basura de Pampa Galana, se criaba una gran cantidad de chanchos y que estos ingresaban al lugar debido a la inexistencia de un cerco, que la Ley de Gestión Integral de Residuos N° 755, del 28 de octubre de 2015, exige.
La crianza de chanchos dentro del vertedero municipal de Pampa Galana, fue un hecho al que la prensa local dio una cobertura importante por bastante tiempo. Así mismo, la sociedad, mediante diferentes medios, abordó el tema y se pronunció sobre él, concluyendo siempre en que la responsabilidad recaía en el Gobierno Municipal de Cercado, por mantener este lugar de destino final de la basura sin cerco.
La toma de conocimiento de la población de esta situación, obligó a que el Gobierno Municipal cierre el vertedero para evitar que entren animales. Sin embargo, este hecho impactó también la actividad y el trabajo del grupo mujeres recicladoras, quienes reciclan desde hace años dentro del vertedero municipal de basura, extrayendo de allí el plástico, el aluminio, el cobre, las pilas y otros elementos. En consecuencia, el Gobierno Municipal, en su reacción de cerrar el vertedero y prohibir la entrada de chanchos y perros, al mismo tiempo, también afectó al grupo de mujeres recicladoras, dejándolas sin su fuente de trabajo y de subsistencia, recursos con los que ellas mantenían a sus familias.
Pero además del perjuicio laboral, hay un incremento en la contaminación ambiental debido a que cuanto menos basura se recicle, sobre todo si esta es tóxica, peligrosa o voluminosa, más se contaminará el medio ambiente y menos tiempo durará el vertedero debido a que cualquier posibilidad de recuperación o neutralización de materiales tóxicos o peligrosos o de reducción del volumen de la basura enterrada a diario, será imposible como resultado de esta prohibición de reciclaje. Es decir que al ponerse un alto intempestivo a la tarea diaria de reciclaje que realizaba hasta el mes de mayo este grupo de mujeres, su laboriosa actividad de limpieza del medio ambiente se detuvo de manera también intempestiva.
Entonces, si bien es cierto que la Ley de Gestión Integral de Residuos N° 755, prohíbe realizar cualquier tipo de trabajo dentro de un vertedero de basura a personas particulares, el grupo de mujeres recicladoras, no solo llevaba a cabo esta actividad de reciclaje desde hace muchos años, sino que lo hacía de manera formal porque contaba con el consentimiento y permiso de las autoridades municipales para hacerlo. Así mismo, durante años y hasta el mes de mayo del año pasado, cuando se prohibió la actividad del Reciclaje, ellas contribuyeron con mano de obra gratuita, en la limpieza del vertedero y de sus alrededores, constituyéndose en el lugar todos los días sábados de cada semana para limpiar el vertedero y alrededores, sobre todo, de bolsas plásticas que quedaban prendidas de los árboles, infraestructura o maquinaria.
El Plástico
Las bolsas plásticas son artículos que no pueden ser degradados por la acción de la naturaleza (hongos, bacterias, luz solar, etc.) y, por lo tanto, pueden permanecer en el medio ambiente por cientos de años. A esto, además, se suma el incremento del uso de artículos plásticos en el hogar y otros sectores, ¡multiplicándose el uso percápita en los últimos 30 años por 50! Esto hace que el 26,9% del peso de nuestra basura esté constituida por artículos de plástico (Página web de EMAT – http://www.tarija.bo/corporate-3-services-2-2-3-2-5/#1459191506041-560562a2-09ae). A corto plazo, estos materiales no contaminan sino visualmente el medio ambiente; pero después de unos 50 años de haber sido desechados, los artículos plásticos empiezan a liberar substancias cancerígenas que se propagan por el aire y el subsuelo. Por consiguiente, el grupo de mujeres recicladoras contribuía con su actividad, en alto grado, al beneficio del Medio Ambiente de la ciudad de Tarija y de todos quienes en ella vivimos.
Los lixiviados
Un lixiviado se puede definir como un líquido que pasa a través de un material y, en su camino extrae y arrastra con él, la materia disuelta y suspendida que encuentra a su paso. Uno de los problemas más importantes en los vertederos municipales de basura, es la producción de lixiviados. Estos concentran elevados niveles de cloruro, sulfatos, bicarbonatos y metales pesados como cromo, arsénico, selenio, plata, cadmio y otros de alta toxicidad, y se escurren en época de lluvia cuando no hay un tratamiento efectivo, o cuando no se ha PREVENIDO, mediante la acción recicladora de separación de pilas, baterías u otros residuos tóxicos.
Fuera de la época de lluvia, los lixiviados se generan a partir de que, en promedio, el 40% de la materia orgánica que llega a los vertederos es agua. Al descomponerse, este agua es liberada y, por efecto de la gravedad y de procesos de percolación, el agua desciende hasta los acuíferos subterráneos o a cursos de agua superficial cercanos. En otras palabras, los residuos depositados en los vertederos de basura se convierten de inmediato en parte prevalente del sistema hidrológico.
En este sentido, los fluidos derivados de los propios residuos, no son tóxicos en sí mismos, sino que como resultado de reacciones bioquímicas que ocurren durante los procesos de degradación (disolución, hidrólisis, oxidación y reducción), estos provocan variaciones en el pH de los fluidos que terminan por disolver y movilizar otros componentes que se encuentran entre los residuos, como los metales pesados.
En otras palabras, el proceso de descomposición de la materia orgánica, aunque en sí mismo es inofensivo, en presencia de otros componentes, como los metales pesados y los disolventes, tiene la capacidad de alterar la calidad físico-química de las aguas subterráneas y superficiales, debido a que puede movilizar substancias químicas peligrosas. Y el extracto de esto, o sea, el lixiviado resultante, viaja posteriormente del vertedero hacia el subsuelo o hacia algún cuerpo de agua superficial, pero esta vez, con altísimo potencial contaminante.
La variación del pH ocurre durante el proceso de degradación anaerobia (ausencia de oxígeno) de la materia orgánica, hecho que se da cuando la basura es cubierta con tierra. Durante esta etapa de degradación se producen, entre otros, gas metano, dióxido de carbono y ácidos orgánicos. Dentro del vertedero, la producción de ácidos orgánicos y su presencia en la basura, es el primer paso en el proceso contaminación del suelo y el agua, debido a que, en presencia de un ácido, los metales se disuelven o solubilizan.
La disolución o solubilización de los metales ocurre debido a que, en el caso del vertedero de Pampa Galana, la basura no solo está compuesta de materia orgánica, sino también de plásticos, pañales, pintura, basura industrial, metales pesados, y basura hospitalaria que, entre otros, trae consigo patógenos infecciosos y productos farmacéuticos. Es por esta razón, que los residuos sólidos pueden causar impactos ambientales severos si los lixiviados generados en él no son controlados, debido a que contienen grandes cantidades de contaminantes orgánicos e inorgánicos.
Como resultado, el agua que se genera durante el proceso de degradación de la materia orgánica, más los ácidos orgánicos durante la etapa anaerobia, tornan el ambiente del relleno sanitario ácido. ¡Y no hablamos de unos pocos litros! Según EMAT, en el caso del vertedero de Pampa Galana, los residuos orgánicos constituyen un 42% de la basura que a diario llega hasta el vertedero municipal. O sea, unos 63 mil litros de agua que, aunque una parte se evapora y otra se pierde en el camino, al menos la mitad de esta, se deposita todos los días en el vertedero (¡unos 30 mil litros de agua!) CADA CUANTO?
Por lo tanto, y como resultado de que el vertedero municipal de basura de Pampa Galana no cuenta, ni con una geomenbrana que impermeabilice el vertedero, ni menos con una planta de tratamiento donde estos lixiviados sean neutralizados, los lixiviados son una amenaza constante para el agua subterránea y superficial, y un riesgo latente para el medio ambiente y la salud pública; sobre todo si la única área equipada con una geomembrada, es la piscina de lixiviados que, como no cuenta con ningún equipamiento que canalice los lixiviados hasta ese punto, está siempre permanece vacía (Foto piscina de lixiviados).
En el caso del vertedero de Pampa Galana, las recicladoras que ahora están sin trabajar, cumplían una importante labor, que era la de retirar todos los elementos tóxicos que mezclados en un coctel muy peligroso para la salud humana, ahora amenazan con escurrirse al suelo sano y a las aguas subterráneas y superficiales, contaminarlas. Peor aún en la época de lluvias que ahora se acerca. Como dicen varias de ellas, ahora la basura llega a Pampa Galana y se la compacta con todo adentro, sin haber hecho la tarea de reciclaje que entre sus fines estaba también el de separar los elementos tóxicos que son los que forman los lixiviados.