ERBOL
Orgulloso, coqueto e imponente, así se muestra el charango más grande del mundo en el salón de la planta baja del Concejo Municipal de Villa Serrano, en el departamento de Chuquisaca.
16 años después que fuera construido por un ejército de artistas serranenses, esa joya de madera que consiguió un récord Guinness y otros premios, recuerda a cuanto turista llega al lugar que ahí se respira folklore intensamente.
Serrano es una población de al menos cinco mil habitantes y se encuentra ubicada a 188 kilómetros de Sucre. Vecinos de ese girón patrio viven en una caja de sorpresas: un 95% sabe tocar el charango, su producción agrícola atiende los mercados de la capital y Santa Cruz, allí se come muy bien y su gente es feliz.
Desde la época de la colonia hasta hoy Villa Serrano se disputa con Aiquile (Cochabamba) el derecho de “cuna del charango”, pero habrá que afirmar que en el poblado de Chuquisaca existe un indisimulado orgullo de preeminencia patrimonial de ese instrumento.
A una cuadra de la plaza principal el “jatun charango” enamora a cuanto visitante se acerca, sus gigantes cuerdas y clavijas invitan a escuchar tradicionales bailecitos y cuecas inolvidables.
No es un charango cualquiera
El charango de los Serranofue construido en homenaje al músico Mauro Núñez Cáceres, uno de los más eximios compositores e intérpretes de este instrumento y tiene más de seis metros de largo, uno de ancho y pesa casi media tonelada.
Tiene clavijas de 80 centímetros y para su construcción fue utilizado un árbol de unos 250 años de edad. Es de una sola pieza y reúne estándares de calidad similares a los de tamaño normal.
Cada año, especialmente en fiesta especiales como la de Navidad cuatro músicos se encargan de tocar, haciendo retumbar ese espacio.
Don Mario Ramírez Carballo, alcalde de Villa Serrano, dijo a ERBOL que el charango gigante forma parte de la oferta turística que puede ofrecer a los visitantes.
“Hay muchas obras que ha hecho nuestro líder Mauro Núñez y a partir de ello nuestro municipio tiene su riqueza artesanal. Siempre hubo la tradición de la construcción y habilidades para el charango”, indico.
Aire charanguero
-¿Don Mario ustedes viven el fenómeno del charango?
Mario Ramírez (MR) Así es y eso nos enorgullece a todos los serranenses, a los chuquisaqueños y al estado plurinacional.
-¿Se incEntiva a los niños a tocar?
-MR: Nosotros en nuestro municipio siempre hemos contado con una escuela de bellas artes. Hay una cultura por la música aquí, un 80% de la gente toca el charango y muchos la guitarra y el acordeón.
Para nosotros es muy importante. Ahora lo que queremos promover es desde la currícula educativa se incluya la enseñanza del charango, así no esté establecido a nivel nacional. Esperamos que nos acepte el Ministerio de Educación.
-¿Quieren que se incluya en las escuelas la materia de enseñanza del charango?
-MR: Así es, enseñanza en los diferentes niveles, como técnico medio o superior. En la Normal ya se dio un paso y ahora es dar continuidad a los que ya aprendieron
-¿Dónde nace la decisión de construir el charango más grande del mundo?
-MR: Era un sueño de Mauro Núñez, él siempre pensó que3 el charango tiene que convertirse como una cultura en nuestro municipio. El charango tiene que tener una réplica grande. Sio construimos una grande, tenemos que construir una pequeña.
Dijimos que debería construirse un instrumento real, no un monumento y a partir de esa misión se hizo realidad.
Carpinteros y fabricantes de charango se pusieron de acuerdo. Se trajo la madera que es una sola pieza desde Temporal Grande.
En toda la parte de la espalda del charango está el mensaje de cultura que nosotros tenemos, la agricultura. En la parte delantera las cuerdas y todo lo demás.
-¿Lo tocan?
-MR: Si son cuatro
-¿Qué sienten al escuchar sus melodías?
-MR: Mucha vida