(INFOBAE) Existe la creencia popular de que absolutamente todos los perros saben nadar. Hay razas que claman por el agua por instinto y otras que ni se acercan. Con la llegada del verano, surge el eterno dilemna sobre sus cuidados en el agua.
El «encantador de perros» César Millán explicó que hay razas que son menos habilidosas para el agua que otra, por lo que deben aprender. Dependiendo de su morfología tendrán mejor o peor resultado. Es contraproducente ‘tirarlos al agua’ para que pierdan el miedo, al contrario eso los asustará aún más.
Los labradores, golden retrievers o terranovas no dudarán en darse un chapuzón si las condiciones lo ameritan. Y la propuesta para ellos es más tentadora si la comparten con sus dueños.
Los animales pueden nadar libremente tanto en la pileta, mar (con mayor supervisión), lago o un gigante tanque australiano, como el de La Manada, un espacio que se encarga de pasear perros pero también ofrece otros servicios de verano y fines de semana.
Para los ‘nadadores natos’, la veterinaria Carolina Chavez explicó algunos recaudos a tener en cuenta.
–Impermiabilizar los oídos aplicando aceite de bebé antes del agua y una de alcohol boricado después de salir.
-Para las mascotas con orejas caídas «es fundamental secarlas con atención luego del agua. Si la zona se mantiene húmeda pueden originarse otitis o proceso infecciosos».
«Es muy importante estar alertas a que no «ingieran agua de la pileta, más allá del cloro, los productos químicos como los decantadores, que pueden producir diarrea o generar daño renal irreversible», detalló Chavez.
-El cloro no suele afectar al animal, ya que las dilución que se aplican en la pileta no afectan la piel, ojos de las mascotas. Si se nota algún tipo de conducta extraña como ojos rojos o comezón extrema es importante consultar un especialista.
-La temperatura del agua es otro factor importante.
-Se aconseja el uso de protección solar en aquellos animales que tengan el hocico despigmentado.