REDACCIÓN DIGITAL/EL PERIÓDICO
El presidente del Concejo Municipal, Alfonso Lema, se refirió al Presupuesto General del Estado (PGE) 2017, y aseguró que con la baja en el precio del petróleo y la Ley de Incentivos habrá una disminución de un 30,45% al presupuesto de las entidades territoriales autónomas y las universidades.
Lema dijo que si bien la disminución de la renta petrolera, regalías es IDH, es cercana al 23%, al aplicarse la ley de Incentivos Tributarios, que establece que un 12% vaya a un fondo de inversión para exploración y explotación petrolera, eso significa que los Gobiernos Departamentales, los Gobiernos municipales y las universidades tendrán una disminución total de un 30,45% a su presupuesto.
El presidente del Concejo hizo énfasis en que la baja del presupuesto afectará a varios proyectos de la Gobernación y del Municipio y por lo tanto se debe reorientar estos proyectos.
Lema dijo que en el PGE no contempla un aumento significativo al precio del petróleo, ni a la producción de gas y petróleo en el país.
“El precio del barril del petróleo con el que se ha hecho el cálculo es conservador, tiene un incremento mínimo de 45,16 a 45,24 dólares el por barril. Los volúmenes de producción, que es el otro componente para poder después tener ingresos por la renta petrolera, también han tenido un incremento de 1 % de cerca de 58.36 millones de metro cúbicos por día incrementándose a pocas de 59 millones de metros cúbicos día”, explicó
Lema opina que la bonanza petrolera terminó pues el PGE 2017 es similar al que teníamos 11 años atrás.
“Estamos con los ingresos en cuanto a regalías e IDH para el 2017 con un presupuesto similar al de 11 años atrás, un poquito por encima de lo que fue el 2006, es decir la bonanza petrolera ha vuelto con el comportamiento de los precios del petróleo y el gas a lo que era 11 años atrás”, afirmó.
Días atrás fue presentado el Presupuesto General del Estado para la gestión 2017, documento que además de prever un incremento en la inversión pública del 3%, un crecimiento del 4,8% del PIB, una inflación esperada del 5% y el congelamiento del tipo de cambio; apunta a que la macroeconomía del país se mantenga en equilibrio.