(ABI).- El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Guillermo Achá, denunció el martes que grupos de cooperativistas mineros atentaron el viernes contra el ducto OSSA-2 de la estatal petrolera, con la explosión de una dinamita a la altura de Pongo y con la quema de llantas en Panduro, cuyas consecuencias hubieran paralizado el suministro de combustibles en el país.
«Estos atentados han sido realizados en un oleoducto importante en nuestro sistema de transportes por ductos, el día viernes, de manera inmediata hemos tenido el reporte en nuestra sala de control, y el sábado y domingo nuestras cuadrillas realizaron la inspección in situ en los daños que hemos sufrido por los cooperativistas. Este atentado tenía la intención de parar todo lo que es el abastecimiento de combustibles a nivel nacional», informó en conferencia de prensa.
Achá sostuvo que ese ducto es paralelo al Gasoducto del Altiplano, por lo que su afectación hubiera interrumpido el abastecimiento de gas a las ciudades de Oruro y La Paz, además de paralizar todo el transporte de combustibles a Santa Cruz y Cochabamba, porque se interconecta con el OSSA-1.
También dijo que se hubieran paralizado las operaciones de la Refinería Gualberto Villarroel y en menor proporción en la Refinería Guillermo Elder Bell, afectando la producción nacional de Gas Licuado de Petróleo (GLP), diesel y gasolina.
De acuerdo con el Presidente de YPFB, aunque los atentados no llegaron a afectar el suministro de combustibles en el país, la reparación de los daños costará alrededor de 300.000 dólares.
Agregó que YPFB se querellará por los atentados contra siete dirigentes de los cooperativistas mineros, entre ellos Carlos Mamani y Agustín Choque, actualmente recluidos en el penal de Chonchocoro por el asesinato del viceministro de Régimen Interior, Rodolfo Illanes.
Dijo que los delitos de la querella son asociación delictuosa, peligro de estrago, atentados contra la seguridad de servicios públicos y daño calificado.