(INFOBAE) Moscú lanzó este miércoles una nueva ola de ataques aéreos contra combatientes del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en Siria, según anunció el ministerio de Defensa ruso.
Como resultado de la ofensiva, dos puestos de mando fueron destruidos y unas 150 bajas se registraron entre los milicianos del grupo terrorista, según la agencia de noticias rusa Interfax que citó al ministro de Defensa, Serguei Shoigu.
Los aviones de guerra despegaron a primera hora de la base de Hamadán, en el suroeste de la capital de Irán, Teherán, para atacar objetivos en el este del país gobernado por Bashar al Assad.
«Cooperación estratégica»
Irán dio permiso el martes a Rusia para que sus aviones partan de suelo iraní para efectuar bombardeos en Siria, por primera vez desde el inicio de la ofensiva de Moscú en el país hace casi un año.
El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Ali Shamkhani, saludó el acercamiento entre Moscú y Teherán. «La cooperación en la lucha contra el terrorismo en Siria es estratégica, y por eso intercambiamos capacidades y potenciamos acciones en este campo», afirmó el funcionario en diálogo con la agencia oficial iraní IRNA.
Shamkhani agregó: «Como resultado de esta constructiva y prolongada cooperación entre Irán, Rusia y Siria, la situación se ha tornado muy dura para los terroristas, y este proceso continuará con nuevas y extendidas operaciones hasta su total aniquilación».
Teherán y Moscú son los principales aliados internacionales del presidente Bashar al Assad. Irán mantiene cuenta en el territorio sirio con numerosos «asesores militares» que combaten contra los rebeldes de la oposición moderada siria y los grupos yihadistas. Asimismo, Rusia inició en septiembre de 2015 una campaña de bombardeos que ha servido para apuntalar y reforzar al régimen de Damasco.