LEONEL SUAREZ Q./BOLINFO/TARIJA
(elPeriódico-agosto 12/2016) Tras una investigación realizada por el diario elPeriódico que constató la contaminación ambiental que se genera en la zona de Torrecillas en la quebrada Cabeza de Toro, por las aguas servidas del Matadero Municipal y la Curtiembre San Juan, las autoridades departamentales y municipales reconocieron tener falencias para controlar esta problemática.
En la publicación anterior de este medio se pudo verificar que las aguas servidas del Matadero Municipal llegan a la quebrada Cabeza de Toro ocasionando una contaminación nociva en el arroyo, sumado a esto, se identificó a la Curtiembre San Juan como una de las industrias que genera más contaminación arrojando aguas de color rojo y de olor pestilente a la quebrada. Como la mayoría de las quebradas del área urbana, esta también desemboca al río Guadalquivir.
El secretario de Medio Ambiente del Municipio de Cercado, Álvaro Orozco, manifestó que la situación del matadero se viene arrastrando desde anteriores gestiones, por ello realizaron la adecuación ambiental del matadero que contemplaba medidas de mitigación por parte del Municipio.
“Obviamente se requieren aún más cosas por hacer –dijo Orozco-. Actualmente sobre el tema del matadero se viene haciendo un tratamiento primario para mitigar la contaminación, pero es necesaria la implementación de un tratamiento secundario”.
Orozco señaló que para la próxima semana se tiene prevista una reunión con el alcalde, Rodrigo Paz, donde deberán presentarse los términos de referencia para una microplanta de tratamiento exclusiva para el matadero, por lo que perfilaron al equipo técnico de la Secretaría de Medio Ambiente y la Secretaría de Obras Públicas.
La autoridad municipal consideró que se tendrá el proyecto en la fase de preinversión concluido en un plazo no superior a los dos meses.
“Lamentablemente esta situación nos agarra en una situación económica muy complicada –expuso Orozco-. Pero tendremos que ir a tocar las puertas a las entidades financiadoras para conseguir los recursos, consideramos que esto nos va costar alrededor de 6 millones de bolivianos la planta de tratamiento del matadero”.
Al igual que lo acontecido con la problemática de la “Chanchería de Pampa Galana”, desde el Municipio manifestaron tener conocimiento de la problemática desde hace años atrás, incluso cuando fungía como alcalde Óscar Montes, pero hasta la fecha continúa sin resolverse la situación.
Curtiembres
En lo que respecta a las problemáticas de las curtiembres, el secretario de Medio Ambiente del Municipio, Álvaro Orozco, informó que la semana pasada se emitió un instructivo a la Dirección de Medio Ambiente para que accione de manera inmediata sobre estas empresas privadas para verificar si cuentan con el Registro Ambiental Industrial (RAI) ya que en caso que no cuenten con la documentación serán sujetas a sanciones.
“Hemos pedio que se haga la inspección (a la quebrada Cabeza de Toro), que se verifique si la curtiembre cuenta con los documentos técnicos y ambientales en orden, pediremos a la Dirección de Ingresos la clausura –indicó Orozco-. Si contara con algún tipo de documento técnico o ambiental vigente, que es emanado por la Gobernación, nosotros vamos cumplir estrictamente lo que establece ese mismo documento”.
Orozco señaló que existen algunas industrias manufactureras que están conectadas al sistema de alcantarillado de la Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado pero en estos casos se debe hacer una revisión el grado de tratamiento que se realiza al agua antes de que ingrese al sistema. De esta forma dejó entrever que no todas las industrias están arrojando sus aguas servidas al Guadalquivir.
El director de Gestión Ambiental de la Gobernación, Gonzalo Martínez, explicó que el municipio debe normar a las industrias en la zona de El Portillo para que puedan acceder a una licencia ambiental ingresan al Reglamento Ambiental para el Sector Industrial Manufacturero (RASIM).
“Lo que sí hay que prever como Alcaldía y Gobernación es que las empresas tengan su planta de tratamiento, o por lo menos hagan un tratamiento previo a lo que serían sus aguas residuales como el caso de las curtiembres –expuso Martínez-. Las curtiembres deberían garantizar la realización de un tratamiento previo descargar al sistema alcantarillado”.
Martínez señaló que se viene trabajando de manera coordinada con Cosaalt y el Municipio para que estas entidades puedan reglamentar y hacer cumplir el RAI de las industrias, de manera que puedan tratar las aguas servidas que utilizan en el proceso de sus materias.
Enfatizó que la medida se asume con miras a lo que será el emplazamiento de la nueva planta de tratamiento que gestiona la Gobernación, puesto que esta apuntará a purificar el agua usada que sale de los hogares tarijeños.
Martínez añadió que para aminorar gastos en el tratamiento del recurso hídrico en la planta, es necesario que esta vaya separándose categóricamente desde sus orígenes por lo que en el caso de las industrias como las curtiembres, al ser portadoras de materiales químicos, estas aguas deben sufrir un tratamiento previo y de esta manera alivianar la contaminación.
Guadalquivir
“Nosotros como Gobernación estamos viendo de coadyuvar con la Alcaldía y Cosaalt para que estas instituciones puedan controlar y tener un listado de las empresas que generalmente hacen sus descargas al afluente del río Guadalquivir –enfatizó Martínez-. Estamos viendo de solicitar el listado de estas empresas y que se pueda tener un mejor control, ya que debe hacerse una reglamentación para controlar la contaminación”.
Desde el Municipio, Orozco reconoció que la Alcaldía tiene competencia en toda la cuenca del río Guadalquivir en su paso por la provincia Cercado por lo que subrayó que de manera coordinada con las entidades competentes se buscarán alternativas para dar solución a la parte ambiental y generar un control más estricto a las industrias.
Sedes
La responsable de la Unidad de Salud Ambiental del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Marcela Ramírez, informó que en el mes de junio de la presente gestión se realizó una inspección a los predios del Matadero Municipal para identificar los aspectos que se incumplen en el lugar. Enfatizó que las observaciones se hicieron llegar al alcalde, Rodrigo Paz, con una copia al gerente del centro de faenado, Julio Rodríguez.
Ramírez explicó que una de las primeras observaciones fue la alta contaminación del agua, además de algunos aspectos como el manejo adecuado del ganado en el momento de la faena.
La autoridad de salud señaló que al haberse percatado de algunos aspectos que no se cumplen en el Matadero se realizaron una serie de recomendaciones, como la separación de residuos acorde a la Ley 755, llevar a cabo el mantenimiento constante de las cámaras de filtración del establecimiento, además de asumir medidas en la piscina de captación que se encuentra colmatada.
“Estas actividades se realizan gestión tras gestión, en este año tuvimos programada la actividad en el mes de junio y damos un plazo de 1 a 2 meses para el cumplimiento de algunas observaciones –añadió Ramírez-. Sabemos que hay situaciones que se pueden cumplir a corto, mediano y largo plazo (…), pero tras cumplir los dos meses hacemos una nueva inspección y es la misma entidad que en caso de no haber terminado pone los plazos para concluir, esto en consenso con el Sedes”.
Ramírez argumentó que se va realizar una inspección al lugar en el mes de septiembre puesto que actualmente no se puede porque hay desplazamiento de personal por la festividad de la Virgen de Chaguaya.
Consecuencias para la salud por aguas contaminadas
“Al ser una contaminación a una quebrada, pues el agua de esta quebrada no va ser apta para riego ni para otro aspecto, no se lo podrá utilizar de ninguna manera –resaltó Ramírez-. Al ser restos de animales, entre sangre, vísceras, lo que hace es atraer vectores y estos serán quienes proliferen las enfermedades, pueden ser de tipo gastrointestinales entre otras situaciones”.
Tomando en cuenta que la quebrada Cabeza de Toro vierte sus aguas pestilentes al río Guadalquivir y de este afluente se capta agua para regar los cultivos, Ramírez no descartó ni confirmó que esta sea causante de algún tipo de contaminación en los productos que se cultiven en las proximidades del torrente.
“Nuestra preocupación sería que por ese sector exista algún pozo de agua que se saque el líquido elemento para el consumo humano, esto sí sería alarmante, porque no sabemos qué tipo de químicos se están utilizando en la curtiembre”, expuso Ramírez.
Ramírez recordó que existen sanciones económicas de acuerdo al Código de Salud Ambiental para las instituciones que incumplan con la normativa nacional y mencionó que como entidad también tienen la competencia para denunciar públicamente por el incumplimiento de deberes. (eP)