(INFOBAE) Son pocos los que fuera de China conocen acerca de la existencia de WeChat, la aplicación de mensajería instantánea que sólo en el país asiático cuenta con 700 millones de usuarios mensuales. Sus credenciales como una de las aplicaciones móviles con mayor perspectiva de crecimiento a nivel mundial la pusieron bajo la lupa de gigantes como Facebook, que mediante sus productos WhatsApp y Facebook Messenger espera poder sumar algunas de las funciones ofrecidas por su competidor chino en el corto plazo.
Es que más allá de las esperables funcionalidades de mensajería de texto y voz, WeChat suma cualidades diferenciadoras que de momento no pueden disfrutar los usuarios de Occidente, donde los usuarios están acostumbrados a usar una aplicación para cada cosa.
WeChat permite enviar mensajes, publicar opiniones, conocer gente, mandar dinero a amigos y usarla como billetera electrónica. Se puede decir que combina, en un mismo sitio, funciones de un servicio de mensajería instantánea, una red social y un espacio para el e-commerce.
La posibilidad de navegar la red, utilizar juegos y hacer una variedad de pagos electrónicos han hecho que la tercera aplicación de mensajería mas importante a nivel mundial haya sido valuada por el HSBC, una de las instituciones bancarias y financieras más respetadas a nivel mundial, en la suma de USD 80 mil millones de dólares.
La posibilidad de utilizar WeChat como billetera electrónica hizo que millones de chinos puedan prescindir completamente del dinero en efectivo o las tarjetas de crédito a la hora de llevar adelante su rutina habitual.
¿Pagar multas de tránsito? ¿Hacer una cita en el hospital más cercano? ¿Ordenar comida a domicilio o un café camino al trabajo? Son sólo algunas de las posibilidades que agrega WeChat frente a sus competidores de Silicon Valley.
Consolidado como un sistema operativo móvil que excede los límites establecidos por aplicaciones de mensajería, WeChat representa un tercio del tiempo total que los chinos pasan en plataformas móviles.
Es un ejemplo más de que, a pesar de la creencia popular, China no imita todo lo que Estados Unidos desarrolla en tecnología. Esto ya ha quedado desacreditado en la reciente salida de Uber del país, tras ser vendida a su imbatible competidor Didi. Esta empresa, a diferencia de Uber, triunfó porque entendió la cultura local, se integró mejor con las plataformas sociales y no dejó afuera a la comunidad de taxistas.
Otro de los méritos a destacar de la aplicación en cuestión fue el haber logrado que más de la mitad del total de sus usuarios haya confiado en la capacidad del gigante de proteger su información bancaria, habiendo asociado sus tarjetas de crédito al servicio en un país que se caracteriza por su altos indices de cibercrimen y estafas online, algo de lo que Snapchat y WhatsApp no pueden presumir en Occidente.
Un ejecutivo a cargo de Facebook Messenger ha reconocido el peso de WeChat en el mercado asegurando que se trata de algo «inspirador» y expertos de la industria no dudan en declarar que representa el futuro de las redes sociales, al integrar en una sola plataforma prácticamente todas las funciones que se espera que un usuario promedio de aplicaciones de mensajería instantánea demande en el futuro cercano.