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(julio 18/2016) Las autoridades de Turquía arrestaron el sábado a casi 3.000 sospechosos de participar en un fallido golpe de Estado y ordenaron detener a miles de magistrados, luego de sofocar un alzamiento de rebeldes que utilizaron tanques y helicópteros militares para tratar de derrocar al presidente Tayyip Erdogan.
Las dos principales ciudades de Turquía, Estambul y Ankara, sufrieron episodios de violencia por varias horas a partir del viernes por la noche, después de que una facción armada que intentaba hacerse con el poder bloqueó el acceso a un puente del Estrecho de Bósforo e irrumpió en la sede de inteligencia y en el Parlamento.
Al menos 265 personas perdieron la vida. Un funcionario dijo que 161 de los fallecidos eran mayormente civiles y oficiales de la policía, mientras que los 104 restantes eran partidarios del golpe.
Pero el intento de alzamiento se desmoronó cuando Erdogan volvió rápidamente a Estambul desde un recinto turístico del Mediterráneo e instó a los turcos a salir a las calles en rechazo a los golpistas, a quienes acusó de querer asesinarlo.
«Pagarán un alto precio por esto», dijo Erdogan, quien ya había aplacado protestas masivas contra su gobierno hace tres años. «Este levantamiento es un regalo de Dios para nosotros porque será el motivo para limpiar nuestro Ejército», agregó.
Entre los detenidos se encontraban altos comandantes militares, incluyendo el jefe de la segunda facción de las fuerzas armadas, que protege las fronteras del país con Siria, Irak e Irán, reportó la agencia de noticias estatal Anadolu.
Cientos de soldados fueron arrestados en Ankara por su presunta vinculación al golpe fallido, lo que dejó atestadas las estaciones de la policía.
Algunos tuvieron que ser trasladados por escoltas de la policía en buses a estadios deportivos. Imágenes de Reuters mostraban a los detenidos, esposados y con el torso desnudo, sentados en el suelo de uno de los vehículos.
El Gobierno declaró la situación bajo control y dijo que 2.839 personas fueron arrestadas, desde soldados rasos a oficiales de alto rango, incluyendo a quienes integraron la «columna vertebral» de la rebelión.